«Aquí cualquiera viene una noche, le pega una patada a la puerta y nos limpia la casa», asegura uno de los vecinos del bloque de la urbanización Puerta de Hierro de La Nucía, donde el pasado jueves se produjo una explosión que les ha obligado a desalojar sus viviendas. Este propietario de una de las casas afectadas señala que el Ayuntamiento les prometió, en el momento del incidente -las primeras investigaciones apuntan a que explotó una bombona de gas en uno de los inmuebles-, que se pondría vigilancia alrededor del bloque, «y, ahora en cambio, nos han dicho que al tratarse de un problema de viviendas privadas, si queremos seguridad nos la tenemos que pagar nosotros».

El malestar, según otro de los vecinos, es generalizado. El sábado, un día después de tener una reunión con representantes del Consistorio, «tuvimos un encuentro la mayoría de dueños y sentimos que nos han dejado un poco a nuestra suerte. El primer día vinieron y parecía que nos iban a solucionar todo, y al final, nos pasan la pelota. Si alguien se lo propone, puede subir sin problemas a la planta de arriba, donde hay tres viviendas hechas añicos. Esto está prácticamente vacío de madrugada. Es como un edificio fantasma», argumenta.

Otro de los principales problemas para ellos es que la gente quiere entrar a su hogares a recoger pertenencias. Según fuentes tanto municipales como de la administración de la finca, la policía judicial será la que dé el primer visto bueno para poder entrar en el edificio, tras acabar la investigación. También precisarán de la autorización de los técnicos municipales, una vez supervisado el proyecto de un arquitecto privado, que fue contratado ayer por los dueños de estas casas. «Tenemos tecnología dentro y objetos de valor. Nos han dicho que la cosa se puede demorar entre 15 y 20 días. Si la situación se alarga demasiado, no me quedará otra que dormir en una tienda de campaña frente a mi casa, para poder vigilarla», señala otro de los propietarios indignados.

Ayer fue el último día que los dueños de estas viviendas pudieron dormir en un hostal de La Nucía, facilitado por el Ayuntamiento desde el momento en el que se produjo la explosión, que afectó a gran parte de las viviendas de este edificio. «Ahora nos tenemos que buscar la vida. Nos vemos obligados a dormir en casa de mi madre, que sólo tiene una habitación. En unos minutos, esta situación nos ha cambiado la vida por completo», aseguraba esta misma fuente, que está teniendo complicaciones laborales ya que, parte de su trabajo, lo hacía desde casa.

Apoyo municipal

Por su parte, el Ayuntamiento de La Nucía quiso dejar claro que han tenido varias reuniones con los afectados y les han dado, «desde el minuto uno», todo el apoyo que está en su mano. Apuntaron que les han entregado un certificado de siniestro para que puedan presentarlo en su seguro. «También, se ha prestado ayuda psicológica desde la concejalía de Bienestar Social y un teléfono 24 horas directo para solucionar cualquier tipo de ayuda o trámite», subrayaron fuentes municipales, las cuales destacaban que ayer mismo tuvieron un encuentro con varios de los afectados para conocer cuál era su situación e indicarles las acciones que realizarán.

En cuanto a la reclamación de más seguridad, estas mismas fuentes quisieron aclarar que el Ayuntamiento no dijo que iba a poner vigilancia durante 24 horas, «sino durante las primeras 24 horas. Después no podemos poner un dispositivo especial durante todo el día, ya que se trata de una propiedad privada. Ahora mismo tienen policía que pasa por allí de manera itinerante», suscriben fuentes del Consistorio.

Un caso... ¿que nadie conocía?

Algunos de estos vecinos cabreados explicaron que una de las razones por las que el Ayuntamiento no les presta más ayuda, «según nos han dado a entender», es porque sus viviendas figuran como locales comerciales en las escrituras, con usos de almacén u oficina. Tal y como adelantó el sábado este diario, este bloque estaba destinado en un principio a uso comercial y acabó vendiéndose como casas para particulares. El Ayuntamiento adelantó ayer que va a comenzar una investigación para conocer la situación de estos inmuebles.

Fuentes del partido CDL de La Nucía señalaron que, independientemente de la responsabilidad que puedan tener los propietarios, «el alcalde fue concejal de Urbanismo de 1995 a 2001, por lo que conoce de sobra las problemáticas urbanísticas de la zona. Por tanto, ha tenido tiempo suficiente para solventar irregularidades así y subsanarlas. Más aún tras las solicitudes de varios vecinos, al propio Consistorio, para que les cambiaran el uso de su propiedad. Desde allí, se las han rechazado». Con todo, CDL considera una falta de «sensibilidad» no ofrecer a personas que viven una situación tan dramática, una solución en cuanto a seguridad. «Y más con la de impuestos que se pagan en este pueblo. Al menos que les propongan repartirse horarios de vigilancia».

Por su parte, el concejal de Urbanismo de La Nucía, Miguel Ángel Ivorra, señaló que no sabe cómo un caso urbanístico como el de este edificio despierta tanto interés, cuando es algo que dice que ocurre «habitualmente» en otras localidades de la Marina Baixa.