Benidorm limitará el uso de sillas motorizadas a discapacitados y mayores

La modificación de la ordenanza, anunciada el pasado julio, persigue poner fin al "uso indebido" que algunos usuarios hacen de estas sillas y tras detectarse "la problemática que está ocasionando el incremento de circulación" de estos aparatos. Según ha desgranado el Ayuntamiento en un comunicado, el cambio de la ordenanza se aprobará en el pleno de noviembre.

La nueva normativa obligará a las empresas de arrendamiento a que exijan a la persona que manejará la silla a motor "un certificado o motivación que argumente su discapacidad física y/o enfermedad, bien permanente o transitoria, o en su caso que tengan una edad mínima de 55 años". La empresa arrendadora también tendrá la obligación de suscribir "un seguro de responsabilidad civil". En la misma ordenanza se establecerá que los usuarios "deberán circular a velocidad del paso humano y transitar por la zona peatonal, salvo cuando ésta no exista o no se practicable". También "quedará prohibida la conducción de sillas autopropulsadas bajo el efecto de bebidas alcohólicas, drogas tóxicas, estupefacientes o psicotrópicos". Además, las empresas arrendadoras tendrán la obligación de inscribirse en "el Registro municipal de sillas autopropulsadas".

Con el cambio de la normativa se incluirá también un cuadro de sanciones para las distintas infracciones de la ordenanza. Según datos facilitados por el Ayuntamiento, se estima que en Benidorm se comercializan a diario "más de 500 sillas impulsadas eléctricamente". En la mayor parte de los casos, los usuarios "hacen un uso adecuado" de las mismas, al tratarse de personas con movilidad reducida. No obstante, y según indicaron fuentes municipales el pasado julio, en algunos casos se han utilizado estas sillas de forma indebida como "divertimento" para "despedidas de solteros" o "para hacer carreras".