Los ayuntamientos de Benidorm y Villena siguen coordinando su acciones en pos de conseguir la puesta en marcha de un servicio de lanzadera de autobuses para trasladar a los viajeros desde la estación del AVE del segundo municipio hasta la capital turística de la Costa Blanca.

Sendos gobiernos locales persiguen, además, que dicha infraestructura sea la que, según un estudio de la Universidad de Alicante, resulta más rápida y barata. Es decir, una lanzadera que partiría desde la estación de Alta Velocidad villenera a Benidorm a través de la Autovía A-31. Sin embargo, para ello es preciso construir un enlace (un ramal de unos 3,5 kilómetros de longitud) entre la estación ferroviaria y la autovía.

El Ayuntamiento de Villena ya ha aprobado en un pleno celebrado el pasado mes de junio una moción, a instancias del Grupo Municipal Socialista, en la que insta al Gobierno a ejecutar los accesos entre la estación y la A-31 a través del polígono industrial de Bulilla.

El alcalde de Benidorm, el socialista Agustín Navarro, anunció ayer que su gobierno se suma a la iniciativa de Villena y someterá a la aprobación del pleno la misma moción. «No será en el pleno del lunes, porque ya no hay tiempo material, pero sí en el siguiente», explicó el regidor benidormí.

La moción de los socialistas de Villena, en su exposición de motivos, destaca como «actuación urgente» ejecutar el acceso directo desde la A-31 a la estación del AVE. «Y es que esta estación está concebida para para dar servicio a Villena y la comarca del Alto y Medio Vinalopó, pero también a la comarca del Alocià-Comtat-Foia de Castalla, así como a otros potenciales usuarios alicantinos que no deseen entrar en la ciudad de Alicante», recoge el documento.

Según la moción de los socialistas, el acceso a la estación de Villena del AVE desde la A-31, en función de los acuerdos alcanzados entre el Gobierno y la Generalitat Valenciana, lo debería realizar el Consell, «pero la falta de previsión y recursos» lo pone en riesgo.

De ahí que el acuerdo final del pleno del Ayuntamiento de Villena fuera el de instar al Gobierno de España y a la Generalitat valenciana para que si esta segunda Administración no va a realizar la obra por falta de presupuesto que el ejecutivo central asuma los trámites e inversión de la licitación, adjudicación y realización de la obra.

El alcalde Benidorm admitió que la ausencia de ese enlace frustra de momento la lanzadera de autobuses desde Villena a Benidorm e, incluso, que tampoco es factible una lanzadera desde la actual estación, porque requiere de un permiso preceptivo por parte de la Generalitat al touroperador encargado de realizar el transporte.

El regidor de la capital turística de la Costa Blanca reiteró que la posible puesta en marcha de una lanzadera de autobuses desde Villena a Benidorm no implica la renuncia a habilitar el mismo servicio desde la estación del AVE en Alicante. No obstante, esta opción tropieza con el rechazo frontal de la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, del PP, que no sólo se niega habilitar la lanzadera si no incluso a ceder espacio para que puedan operar los servicios discrecionales de empresas y hoteles.

Comisión a cinco bandas

Con todo, Agustín Navarro se mostró esperanzado en superar finalmente la oposición de su homóloga de Alicante. En este sentido, el regidor avanzó que en la reunión que mantendrá el próximo martes con el conseller de Turismo, Máximo Buch, le instará a desbloquear este tema. «Aunque el objeto de la reunión es hablar sobre la puesta en marcha de los casinos « en los hoteles», mi propósito es insistir en la cuestión de las lanzaderas», explicó Navarro.

El alcalde abogó por la creación de una comisión en la que estén representados todas las partes, es decir, los Ayuntamientos, el Consell, Adif, Renfe y el touroperador encargado de realizar el servicio.

El estudio de la Universidad de Alicante sobre las lanzaderas concluye que la opción de Villena, a través del futuro enlace con la A-31, implicará un ahorro para el viajero de unos 20 minutos en la ida y otros tantos en la vuelta, y en torno a 3 euros, computando igualmente la ida y la vuelta.