La Concejalía de Movilidad de Benidorm quiere cambiar la normativa que regula el uso de sillas de ruedas propulsadas por motor eléctrico en la vía pública, tras haber detectado casos en los que se emplean como "divertimento" para "despedidas de solteros" o para "hacer carreras".

Según explicaron ayer fuentes de la Concejalía, se persigue lograr un cambio de "la regulación estatal" y de ahí que se tenga previsto elevar una consulta a la Dirección General de Tráfico (DGT). Mientras llega esa regulación, se tratará de aplicar medidas "a nivel local", si es posible incluyendo cambios en la ordenanza, indicaron las mismas fuentes. Agregaron que en los últimos años ha crecido el empleo "indebido" que se da a estas sillas, originalmente destinadas a personas con problemas de movilidad.

La concejalía recordó en un comunicado que los usuarios de este tipo de sillas tienen la consideración "de peatón". El Reglamento General de Circulación obliga a sus usuarios a "no circular por la calzada, a no ser que sea estrictamente necesario", y a hacerlo "a velocidad de paso humano" y "no a velocidad de bicicletas u otro tipos de vehículos". El Ayuntamiento ha comprobado también que algunos usuarios "ocupan para aparcar espacios de la vía pública que no están permitidos".