La Concejalía de Movilidad de Benidorm quiere cambiar la normativa que regula el uso de sillas de ruedas propulsadas por motor eléctrico en la vía pública, tras haber detectado casos en los que se emplean como "divertimento" para "despedidas de solteros" o para "hacer carreras".

Según han explicado hoy a Efe fuentes de la Concejalía, se persigue lograr un cambio de "la regulación estatal" y de ahí que se tenga previsto elevar una consulta a la Dirección General de Tráfico (DGT).

Mientras llega esa regulación, se tratará de aplicar medidas "a nivel local" si es posible incluyendo cambios en la ordenanza, han indicado las mismas fuentes.

Han señalado que en los últimos años ha crecido el empleo "indebido" que se da a estas sillas, originalmente destinadas a personas con problemas de movilidad.

Entre las prácticas anómalas detectadas está su uso como "divertimento" para "despedidas de solteros" o "para hacer carreras", han apuntado.

Fuentes de la Concejalía de Movilidad han recordado que los usuarios que transitan con este tipo de sillas tienen la consideración "de peatón".

El Reglamento General de Circulación obliga a sus usuarios a "no circular por la calzada, a no ser que sea estrictamente necesario", y a hacerlo "a velocidad de paso humano" y "no a velocidad de bicicletas u otro tipos de vehículos".

Según ha podido constatar Efe, algunos modelos de estas sillas motorizadas pueden alcanzar los doce kilómetros por hora.

Desde la Concejalía de Movilidad y la Policía Local de Benidorm han comprobado también que algunos usuarios "ocupan para aparcar espacios de la vía pública que no están permitidos".

Además, "el uso indebido" de estas sillas causa problemas al resto de peatones,

Fuentes de la Concejalía de Movilidad han dicho que hay que "llamar la atención a nivel nacional" sobre la necesidad de regular el uso de estas sillas.