"Hemos venido a bañarnos, pero tenemos miedo". El recelo que Piedad Vega, una turista de Madrid, manifestaba ayer a la hora de zambullirse en el agua de la playa de Levante de Benidorm no era por la inusual frialdad del líquido elemento, si no ante otro sorpresivo y gelatinoso elemento: la llegada de una plaga de medusas procedente del mar de Alborán, que desde el jueves está recalando en la costa de la capital turística de la Costa Blanca.

Los bañistas criticaron la pasividad del Ayuntamiento al combatir la plaga de estos molestos y, en ocasiones, peligrosos animales marinos, sobre todo a la hora de retirarlos de primera línea de playa. "Hemos ido a los chinos a comprar redes para sacarlas del agua", apuntaba Maricarmen. El Ayuntamiento rechazó las quejas de los usuarios:"No es una plaga peligrosa, según nos ha confirmado Salvamento Marítimo, y, en consecuencia, hemos activado el correspondiente protocolo antimedusas. Sabemos que son molestas, pero no hay ninguna razón para la alarma", afirmó Vicente Juan Iborra, concejal de Playas, del Centro Democrático Liberal (CDL).

Los expertos ratificaron la versión del Consistorio en lo referente a la escasa peligrosidad de esta tempranera plaga de medusas que ha arribado a la costa alicantina, ya que su presencia se extiende desde las playas de Torrevieja hasta el sur del litoral de Calp. "Los ejemplares que están llegando pertenecen a la especie medusa compás ("chrysaora hysoscella"), de mayor tamaño por sus largos tentáculos, pero de menor peligro", comentó Juan Guillén, biólogo del Instituto de Ecología del Litoral. "No te pican, a menos que te las pongas sobre la cabeza. Las verdaderamente peligrosas son las pequeñitas, las denominadas medusas clavel", añadió el científico.

El biólogo Guillén apuntó que este prematuro desembarco de medusas en la costa alicantina (las invasiones de mayor envergadura de estos celentéreos, como se les denominaban en la antigüedad, suelen registrarse en el mes de agosto) está vinculado a la baja temperatura del agua de mar y a las corrientes marinas del noreste y vientos del suroeste que transportan a estos animales marinos desde el mar de Alborán a esta latitud de la costa mediterránea. "Tampoco se trata de una invasión porque no se han avistado grandes bancos", apostilla el experto. El biólogo vaticinó que estos molestos animales marinos seguirán arribando a las costas alicantinas en los próximos días, "hasta que no se registre un cambio en la dirección del viento en alta mar", precisó.

"¿Y si pican qué?"

No obstante, los bañistas de la playa de Levante, más legos en la materia para discernir a simple vista la potencial peligrosidad de los acampanados animalitos, no las tenían todas consigo y a duras penas se atrevían ayer a tomar el baño. "No pican, ¿pero y si pican qué?", insistía Ana, una turista asturiana que observaba a pie de playa la enésima incursión de su marido Maximiliano en pos de las medusas. Al cabo de unos minutos, Maximiliano regresaba triunfante con dos nuevos ejemplares en sus manos que depositaba en la arena. Cuando el número de medusas era abultado, los turistas se limitaban a enterrarlas en la arena. "Aquí no hemos visto ningún operario retirando las medusas de la arena ni tampoco ninguna barca sacándolas del agua", remachó Maximiliano.

"No sé si serán peligrosas, pero el aspecto es muy feo y hay sensación de inseguridad", señaló Ana, turista de La Rioja. "Pagamos muchos impuestos y tenemos derecho a una playa limpia y con buenos servicios, por ejemplo aseos. Sólo hay un servicio cada kilómetro", apostilló Cecilio Martínez, un madrileño habitual usuario de la playa de Levante.

El concejal de Playas del Ayuntamiento de Benidorm reiteró que desde el primer avistamiento de las medusas, la tarde del pasado jueves, se activó el protocolo antimedusas de acuerdo a las características de los ejemplares que estaban llegando. "Los socorristas tienen la obligación de advertir a los bañistas y en todos los puestos se ha habilitado un botiquín para curas de emergencia (pomadas básicamente), y si alguien tiene una alergia especial hay una ambulancia para trasladarlo a un centro sanitario, extremo que hasta ahora no ha sido necesario", explicó el edil.

Los bañistas y otras consultadas mantienen que se ha registrado una decena de picaduras al día, todas de carácter leve.

Iborra reconoció que el Ayuntamiento no ha habilitado ninguna brigada especial para retirar las medusas de la arena, pero discrepa con los turistas sobre la polémica del barco. "Eso no es cierto, el barco Pelicano está recogiendo las medusas a lo largo de toda la costa de nuestro municipio", argumentó el concejal. El edil recalcó que, a su juicio, no hay ningún motivo para la alarma, "estamos respondiendo a las indicaciones Salvamento Marítimo".

Del mar de Alborán al peñón de Ifach

La secular invasión de medusas que, verano tras verano, desembarca en las costas alicantanas ha sido este año madrugadora. La clave, según los expertos, hay que buscarla en las bajas temperaturas del agua del mar y los vientos y corrientes marinas. Ambos fenómenos empujan, desde el jueves, una incensante caravana de medusas desde el mar de Alborán hasta el tramo de costa que abarca desde las playas de Torrevieja hasta las del sur de Calp. Y otra peculiar característica de estos celentéreos que están alterando la cotidianidad de los bañistas, en especial los de las ya atestadas playas de Benidorm, es su tamaño. Por suerte para los turistas, la inusual envergadura de las medusas compás no es directamente proporcional a su peligrosidad.