Al 30, al 50 o incluso al 70 y al 80 por ciento de descuento, las tiendas y comercios de Benidorm y la Marina Baixa venden desde ayer sus productos a precios casi de saldo en una temporada de rebajas que se presenta como una de las más agresivas para tratar de paliar los devastadores efectos de la crisis de consumo.

Las tiendas de la comarca se sumaron ayer en su totalidad a la temporada de rebajas, después de unas Navidades "atípicas" y un mes de diciembre en que el comportamiento de la demanda ha sido "raro", según el sentir de la mayoría de los comerciantes. El mes "empezó flojo como nunca y en el puente de Nochevieja volvimos a hacer una caja como la de hace años", señalaba ayer el propietario de un comercio del centro de Benidorm. La empleada de otra tienda aseguraba que con las rebajas, se pretendía "recuperar un poco porque el año ha sido malo". Las pérdidas de volumen de negocio han sido dispares, unos hablan del 10 o el 15 por ciento, otros del 30, otros de la mitad, algunos piensan en cerrar después de la temporada de rebajas, lo cierto es que si una cosa está clara es que la crisis está provocando mucha incertidumbre.

Las grandes superficies, cadenas de distribución y grandes firmas comenzaron ayer su campaña de rebajas. Es el caso de las empresas integradas en la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), como son Carrefour o Eroski, o del grupo Inditex, que incluye algunas marcas con presencia en Benidorm y en el centro comercial La Marina de Finestrat, como son Zara, Pull & Bear, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius, Oysho o Zara Home.

Las rebajas tuvieron un seguimiento desigual. En algunas grandes cadenas, los trabajadores sí aseguraron haber notado el aluvión de compradores, sin embargo, otros comercios no acusaron tanto el inicio de la temporada de rebajas de invierno. "Ha sido un día igual a otro cualquiera", dijo la dueña de una tienda de ropa.

Sin embargo, aunque los comercios y grandes superficies de la Marina Baixa no entraron de lleno en las rebajas hasta ayer, prácticamente durante todo el mes de diciembre se han encontrado carteles de ofertas, descuentos y promociones en escaparates de todo tipo para tratar de incentivar la recaudación. Los beneficios de empresas y autónomos se han visto mermados este año y las rebajas, reales o encubiertas, han estado a la orden del día en cualquier época para tratar de recuperar caja.

En la otra cara, una de las principales quejas expresadas ayer por muchos trabajadores de la zona es la precariedad laboral y el empeoramiento en sus condiciones de trabajo. "De un tiempo para acá han despedido a casi la mitad de la plantilla y prácticamente hacemos la misma caja", señalaba otra dependienta de Benidorm, "ahora tenemos que hacer el doble de trabajo encima de que nos bajaron el sueldo". Esta es la tónica habitual en algunos comercios, sobre todo en los más enfocados al turismo y a la venta de productos de conveniencia, es decir, que no son de primera necesidad. Este tipo de mercado representa un 70% de los comercios de Benidorm, son los más estacionarios y los que más están sufriendo con la crisis.

Un 25% de las tiendas adelantó la campaña

En torno al 25 por ciento de las tiendas y comercios de la Marina Baixa adelantaron este año su temporada de rebajas, gracias a la nueva legislación que ha liberalizado el período y la forma en que se llevan a cabo estas campañas de descuentos y ofertas. Así, el pasado 2 de enero, colgaron sus carteles de rebaja muchos de los comerciantes de la zona, aunque las grandes marcas y superficies se han mantenido fieles a la fecha. La temporada se alargará previsiblemente hasta marzo en muchos de estos comercios. El Ayuntamiento de Benidorm, a través de la OMIC ha activado también su campaña de rebajas ofreciendo información a los consumidores, que han de exigir los mismos artículos que fuera de rebajas, en las mismas condiciones y con los mismos métodos de pago.