Con semanas de retraso, después de meses de incertidumbre, de drásticos recortes de plazas y de una inoperancia inicial que ha mantenido en vilo tanto a hoteleros como a usuarios, por fin han llegado los primeros turistas del Imserso a Benidorm. Esta semana han desembarcado en la capital turística, aunque todavía a cuenta gotas, los primeros clientes del programa de vacaciones para mayores que se han logrado enterar de que el Imserso ya está en marcha. Algunos se quejaban de la falta de información y de la demora con la que se ha organizado el plan de turismo social este año; sin embargo, se mostraban contentos y ya ajenos a la polémica deseosos por disfrutar del sol de Benidorm.

En esta campaña, sólo 30 hoteles de la capital turística participan en el programa de vacaciones para mayores, una cifra sensiblemente inferior a la del pasado año, en torno al 30 por ciento menos, debido en gran parte a los problemas para arrancar con la venta de viajes del Imserso este año, ya que su comercialización no empezó hasta el pasado 6 de noviembre ante una administración que parecía paralizada y muda entre el malestar de los usuarios y el descontento de los empresarios del sector.

Muchos hoteles, temerosos de una temporada baja que se presenta dura y de que el adelgazado programa de turismo social se eternizase, prefirieron incluso a echar el cierre hasta el próximo año. Con bastante menos oferta que el pasado año, en que participaron más de cuarenta establecimientos hoteleros, se ha acelerado aún más la destrucción de empleo que tras la temporada de verano azota a la comarca. La Marina Baixa ha perdido puestos de trabajo a un ritmo de 32 al día el pasado mes.

No hay que olvidar que Benid0rm acapara en torno al 75 por ciento de los viajes del Imserso en la Comunidad Valenciana y, sobre todo, que hay algunos establecimientos de su planta hotelera que dependen prácticamente de estos paquetes durante el invierno. El programa de vacaciones del Ministerio de Asuntos Sociales ha lanzado este año 185.000 paquetes a nivel autonómico, un 18 por ciento menos que en la campaña pasada, lo que significa una reducción muy por encima de las expectativas iniciales del sector que estaban en torno al diez o el doce por ciento.

En número absolutos eso quiere decir que hay 40.000 paquetes menos para la Comunidad Valenciana, que el año pasado absorbió 225.000 estancias del Imserso distribuidas entre los 57 hoteles participantes. Si nos ceñimos a los datos de la Costa Blanca, prácticamente representada por Benidorm y algún otro hotel de poblaciones como Altea, Finestrat o Dénia, el Ministerio ha recortado un total de 32.000 paquetes vacacionales del Imserso en esta campaña.Si hablamos de pernoctaciones, estos recortes pueden suponer en torno al medio millón de pernoctaciones menos que el pasado año.

Los hoteleros han repetido hasta la saciedad que por cada euro que invierte el Gobierno en los programas del Imserso recupera 1,5, para defender así su rentabilidad y la necesidad de apostar por un programa que viene a dar calor al sector en la temporada más fría.

Aunque los empresarios del sector en Benidorm han dicho también alguna vez que la ciudad podría sobrevivir sin el Imserso, aseguran que la administración "se equivoca" recortando paquetes y en general con esta política de hachazos, sobre todo en un sector que hasta ahora ha estado tirando del carro del empleo, aunque adolezca de precario y temporal. Cuando hace años la ciudad creía tener superado el fantasma de la estacionalidad, hoy se encara a un panorama bien diferente de cara al invierno y cada año son más los hoteles que prefieren bajar las persianas porque ganan más que manteniendo las instalaciones abiertas durante los meses bajos.

Esta temporada, según los últimos datos de Hosbec, en Benidorm cerrarán 38 hoteles, algunos por reformas pero muchos de ellos por temporada, lo que supone 7.400 plazas fuera de mercado, es decir, un 21 por ciento de la oferta total. Algunos de estos establecimientos ya especificaron que se veían obligados a cerrar unas semanas por la inoperancia del programa Imserso, sin embargo, no todos volverán a abrir sus puertas hasta que pase el invierno. En todo caso, aunque tarde, mermados y con poco dinero en el bolsillo para consumos extra, al menos ayer llegaron ya los primeros turistas del programa Imserso, para alivio de algunos hoteleros de la ciudad.