Cuenta la "Historia naval" de William James, que el 10 de agosto de 1812, dos buques británicos avistaron tres pequeños barcos franceses en la bahía de Benidorm, que estaban protegidos por un castillo, situado en lo alto, con 24 cañones y una batería de 6 cañones y 80 hombres a pie de playa. Ante la superioridad francesa, los ingleses optaron por permanecer en su posición para bloquear al menos el posible avance de los corsarios franceses, y para hacerlo de forma más eficaz, enviaron cada noche un bote cerca de la orilla.

El día 12 de agosto, un barco con el teniente Michael Dwyer a la cabeza y siete marineros realizaba el servicio cuando vio la oportunidad de adentrarse en la playa. Creyendo que los franceses se habían retirado, dejando una treintena de hombres en la ciudad, los británicos desembarcaron a cinco kilómetros al oeste con la intención de atacar, según relata la crónica. Un centinela francés les dio el alto y Dwyer, con gran determinación le contestó en español que eran campesinos, de manera que pudieron continuar y así "atacaron sin dudarlo", según dice el documento histórico.

Sin embargo, ellos creían que iban a luchar contra 20 hombres y resultaron ser 80, razón que no les impidió seguir adelante con el combate e incluso llegar a tomar la batería de la playa durante unos minutos. Tampoco cesaron en su lucha cuando se vieron rodeados después por 200 soldados franceses, según la crónica.

El documento habla de un marinero herido de un disparo en un ojo que sin pensárselo siguió luchando: "Todavía me queda el izquierdo", cuenta la historia. También menciona cómo el teniente seguía luchando tras haber recibido 17 puñaladas en una lucha cuerpo a cuerpo, así como otras hazañas que llevaron al capitán francés, Foubert, y al General Goudin, el oficial francés al mando, a sentir "admiración" por el "coraje invencible del pequeño grupo".

Tanto fue así, que Goudin invitó a cenar al capitán Peyton, quien estaba al mando de los barcos británicos apostados frente a Benidorm. Y así "lo recibió a él y a su valiente tripulación en persona" para trasladarles su "felicitación" por "tener tales hombres bajo su mando".