Todo está preparado para que el Castell de l'Olla, uno de los espectáculos pirotécnicos más famosos de la Comunidad, se dispare a las doce en punto de esta noche en la playa de La Olla de Altea. La característica que lo diferencia de otros eventos similares es que se dispara completamente desde el mar, donde se colocan cerca de la "illeta" seis grandes plataformas marinas, que suman una superficie flotante cercana a los 400 metros cuadrados, para albergar a las casi dos toneladas de pólvora y masa explosiva que llenarán de luz y color el cielo alteano durante cerca de media hora.

El Castell de l'Olla se celebra desde 1987 y su fama congrega a cerca de 50.000 personas que acuden expresamente desde distintos puntos de España para disfrutar de este espectáculo pirotécnico que goza del título de Fiesta de Interés Autonómico de la Comunidad Valenciana, que ha recibido los premios Importantes del periódico INFORMACIÓN y la Medalla al Mérito Turístico de la Diputación Provincial de Alicante, y que ha sido calificado por el Consell Valencià de Cultura como "Bien Etnográfico de Interés Cultural".

Para que nada falle, la Cofradía del Castell (un grupo de nueve amigos enamorados de los fuegos artificiales) y otras cuarenta personas, entre operarios de la empresa Pirofantasía Carlos Caballer y voluntarios, llevan trabajando intensamente toda esta semana colocando las plataformas marinas y todo el cableado submarino que provocará el disparo de las carcasas. José Pérez Gorgoll, presidente de la Cofradía del Castell, señaló ayer que estos dos últimos días el trabajo ha sido más estresante pues "estamos desde las 6 de la mañana hasta que prácticamente se hace de noche amarrando al fondo del mar las plataformas y colocando barreras de seguridad para evitar que un posible oleaje desestabilice las tarimas donde se asientan los artefactos pirotécnicos".

Por su parte, Carlos Caballer aseguraba que "todo está bajo control" gracias "a las nuevas tecnologías que nos permiten efectuar los disparos de las carcasas vía radio y por cable submarino". Habrá palmeras que se elevarán más de trescientos metros y "alguna sorpresa agradable que no quiero desvelar", afirmó Caballer.

Por otro lado, se ha dispuesto de un plan especial de seguridad tanto para el tráfico rodado como para las personas que se congreguen en la playa de la Olla. Aquí se instalará, debajo de Villa Gadea, un hospital de campaña, mientras que en la N-332, los caminos de Sant Tomas y la antigua carretera de Callosa, y los accesos a los aparcamientos habilitados alrededor de la zona de disparo, habrá miembros de la Guardia Civil, la Policía Local y Protección Civil para orientar a los conductores. Todos ellos, hasta sumar en conjunto cerca de medio millar de efectivos, entre operarios, cuerpos de seguridad, de la empresa pirotécnica, etc.

Así y todo, lo más recomendable es acercarse a la playa de la Olla a media tarde del sábado, a pie o con el trenet, y comenzar a disfrutar de este lugar tranquilo de la bahía alteana con comida y bebida, al estilo de la "mona de Pascua" preparándose para ser partícipes de la noche mágica alteana.