La Conselleria de Sanidad sólo cubrirá a la mitad del personal médico y de enfermería que esté de vacaciones durante este verano en el hospital y en los centros de salud de la Marina Baixa. Así lo han denunciado desde el Sindicato de Enfermería, Satse, que ayer facilitó los datos del plan de vacaciones del departamento de salud comarcal, con el que el Consell aprieta aún más las tuercas a los saturados recursos sanitarios de la zona.

Si el año pasado se cubrieron las vacaciones de un 60 por ciento del personal sanitario, lo que ya fue catalogado por los trabajadores de "patético" y "ahorros mezquinos", este año las sustituciones previstas no alcanzan ni el 50 por ciento de los profesionales de vacaciones, aunque en algunas especialidades el porcentaje es peor. Sólo un 30% de los médicos del hospital serán reemplazados, apenas el 40% de los facultativos del hospital a domicilio y en algunos casos, como ocurre con las matronas o los odontólogos de los centros de salud, no se va sustituir ni uno, según informaron desde el Satse.

El nuevo tijeretazo sanitario en la comarca supone dejar de contratar a más de medio centenar de profesionales respecto al pasado verano, ya que este año habrá 20 enfermeros menos en el hospital y otra decena menos en los centros de salud y algo más de 20 médicos menos contratados que en 2011, según los datos aportados por el sindicato.

La Marina Baixa encara así su temporada turística con los refuerzos sanitarios más recortados de su historia a pesar de que el personal sanitario, los colectivos sindicales, la población en general y algunas administraciones locales llevan años reclamando todo lo contrario: que se aumenten. Desde el Satse lamentaron ayer que un año más, el personal sanitario en la comarca durante la temporada turística es "totalmente insuficiente", en palabras de su portavoz, Luís Giménez, quien destacó que además se están "recortando y cerrando unidades" para reubicar a los trabajadores ya existentes y evitarse así contrataciones. Si se analizan las cifras, una a una, prácticamente todas las especialidades han bajado de un año para otro.

En cuanto al personal de enfermería. En el Hospital, el año pasado "se sustituyó el 63,5% de la plantilla, en cambio este año se va a sustituir el 56,6% de un total de 307 enfermeras". En los centros de salud, el porcentaje de cobertura de enfermería ha bajado "del 61% en 2011, al 50% en 2012". Además, "no se sustituyen las guardias, lo que obliga a desplazar al personal que queda para cubrir los huecos de sus compañeros". En cuanto a las matronas, se ha pasado de sustituir al 93% de la plantilla a sustituir "a un 72% en el hospital pero nada en Atención Primaria", lo que supondrá que algunos centros de salud en los que sólo hay una materona y que son "la mayoría", se "quedarán sin servicio" mientras ésta esté de vacaciones.

En cuanto al personal médico. "Sólo un 30% de los facultativos del hospital" será sustituido por vacaciones y aunque el año pasado el porcentaje fue similar, el personal advierte que "los datos no son reales porque se han calculado, por algún error de Conselleria, sobre una plantilla de 76 especialistas pero hay bastantes más", con lo que el porcentaje de personal sustituido "rondará el veinte por ciento", destacó Giménez.

En los centros de salud, la plantilla de médicos ya se vio reducida de 104 a 99 profesionales, según los datos del Satse, y para agravar más la situación, este verano sólo se prevé sustituir al 55% de esa mermada plantilla, lo que supone una reducción en los refuerzos de verano de 21 médicos, respecto al año pasado, en que sustituyó hasta el 73% de los facultativos de Atención Primaria. En Pediatría, se cubrirán las vacaciones del 76% de los especialistas, igual que en 2011.

"No se perjudica

al paciente"

Ni la gerencia del Hospital ni la Conselleria de Sanidad han querido dar explicación alguna sobre la sustitución de personal para el verano. No obstante la gerencia sí ha defendido que el cierre de camas en el centro sanitario "no perjudicará al paciente". "Como todos los años, la agrupación de camas se planifica en previsión del descenso de la presión asistencial", destacaron y explicaron que "el objetivo de esta medida es agrupar al personal sanitario y a los pacientes en determinadas plantas para así optimizar los recursos asistenciales y energéticos (luz, agua), evitando tener abiertas salas en las que apenas se encuentren pacientes ingresados". "Además", indicaron, "se aprovecha esta liberalización del espacio para acometer las mejoras necesarias en el hospital, que no pueden hacerse durante el resto del año. En este caso concreto se realizarán mejoras de pintura".

"El descenso de la presión asistencial permite realizar estos cierres temporales de camas sin que se vea afectada la calidad asistencial que se ofrece a los pacientes", destacaron y añadieron que "la actividad de las unidades afectadas no cesa, puesto que se habilitan camas de otras unidades para los posibles pacientes de estas especialidades. En cualquier caso, son medidas temporales y en ningún momento perjudican a los pacientes".