El prototipo del turista británico en busca sol, cerveza y playa está anticuado. Un estudio del tour operador británico Thomson y la Universidad de Sussex (Reino Unido), así lo revela, desmontando algunos de los tópicos más comunes sobre los gustos del turista inglés. Los británicos prefieren el turismo de experiencias, conocer sitios nuevos, probar nuevas comidas e imbuirse en las tradiciones, la cultura y la gastronomía del destino que visitan; lo confiesan ellos mismos y también lo delatan sus ondas cerebrales.

Un especialista en neurociencia ha dirigido este estudio, que ha analizado la actividad cerebral de los participantes ante diversos estímulos para contrastar sus respuestas verbales y sus respuestas emocionales o inconscientes ante una serie de imágenes evocadoras de la playa, el turismo de relax, el de aventuras o el cultural.

Más del 90 por ciento quiere visitar sitios nuevos, el 84 por ciento, probar nuevas comidas, y el 49 por ciento elige destinos en los que poder practicar senderismo y conocer parajes naturales. Destaca que los mayores resultan más aventureros que los jóvenes. El 97% de los británicos mayores de 65 años quiere hacer cosas nuevas, mientras que en los jóvenes de 18 a 24, el porcentaje se reduce en 12 puntos.

También aseguran preferir las actividades de aventuras frente otras más familiares, como descansar, pasear o leer. Sin embargo, aquí lo que marca el electroencefalograma entra en contradicción con las respuestas. Las actividades de aventura más radicales puntúan muy alto en las respuestas subjetivas, mientras que el cerebro muestra sus reticencias ante estas imágenes. Eso sí, en el plano consciente, el consumidor compraría antes un viaje con estos atractivos, por la proyección que quiere tener de sí mismo. Aunque puede que no repita.

Sí hay que tener en cuenta que, tanto las respuestas como la actividad cerebral coinciden en puntuar alto las actividades de aventura aptas para todos los públicos, tales como tirolinas, esnórquel o deportes de nieve. La gastronomía local, tomar un vaso de vino o probar una cena gourmet son otros de los atractivos más puntuados. También las visitas culturales, principalmente a castillos y restos históricos, y puntúan alto las singularidades en arquitectura. La principal conclusión del estudio es que el potencial turista británico elige destinos que ofrezcan diferentes opciones, eso sí, de forma prioritaria valoran la seguridad.

El estudio, publicado este año, se ha realizado sobre 1.004 británicos de diferentes edades y lugares.

El 51 por ciento quiere tomar su "desayuno inglés" en vacaciones

El estudio revela algunas contradicciones entre los encuestados. Mientras el 93 por ciento de las personas confiesan que quieren visitar lugares nuevos, un 67 por ciento de los participantes asegura querer volver a destinos que ya ha visto y que conoce. También en cuanto a la comida hay algunas curiosidades entre sus respuestas. Un 84 por ciento de los británicos preguntados indicó que prefería probar comidas nuevas durante sus vacaciones. Sin embargo, el 51 por ciento de los encuestados destacó como algo "importante" a la hora de elegir destino el poder tomar su "desayuno inglés completo".