Los Moros y Cristianos de Benidorm ya están preparados para entrar de lleno en sus fiestas desde la próxima semana. Ayer, junto al concurso de composición de música festera "Villa de Benidorm" (cuyo resultado se desconocía al cierre de esta edición), tuvo lugar la exaltación de cargos y pregón que sirve de preámbulo a unos festejos que cambian, por unas horas, la fisonomía de la turística urbe.

La exaltación de cargos a las 21 horas en el auditorio Oscar Esplá. Los festeros Rafa Urbano y Juanvi Moreno fueron los encargados de llevar la presentación fundiendo sus introducciones con la música, protagonista de la fiesta. Con ella invitaron a escena al presidente de la asociación, Pedro Sánchez; al Estandarte de ésta portado por la filà "Cruzados"; y a las de las filaes "Musulmanes Tagarinos", "Tuareg" y "Cavallers de la Baronía".

Después llegó el momento esperado por "Astures": la exaltación de su Rey. Como un "caballero noble descendiente de Don Pelayo, primer monarca astur que libró importantes batallas contra los moros", fue presentado Juan Miguel Martínez Bueno, Rey Cristiano 2011, acompañado de su dama, Francisca Bueno.

A continuación le llegó el turno a su contrincante del bando sarraceno. "De la estirpe andalusí" llegó "el representante de la tribu Nazarí", el Rey Moro 2011 Juan Manuel Martínez junto con su favorita Cándida Hidalgo.

Después, todos podrían disfrutar de las piezas finalistas del concurso de música festera: "Capitanía 2011", "Muralles"; "Almogaten" y "Villa Cristina", interpretados por la Unión Musical de Benidorm bajo la dirección de Miguel Ángel Más Pérez. Tras la música, los estandartes regresaron para la exaltación de los cargos y la entrega a los reyes de las armas acreditativas de su cargo, dando después entrada al pregonero de estas fiestas, Ismael Esteve, fundador de la "filà" "Musulmanes Tagarinos.

Vestido como fester, Esteve ensalzó la comunión de la fiesta con la música, recordó su historia, y también, a quienes le precedieron en el cargo, a los otros "locos" que con él, a finales de los 80, se reunían en el hotel Bonanza para traer a Benidorm los Moros y Cristianos, y a quienes ya no están para disfrutarlos. Ensalzó su significado como cultura "en mayúsculas", "unión y camaradería", e intensa emoción imposible de sentir por quien las ve simplemente como un disfraz. Y terminó con un "Visca els Moros i Cristians, Visca Sant Jaume Visca Benidorm!".