Entre Alicante y Barcelona hay 515 kilómetros. El trayecto actual para cubrir esa distancia en tren es de 5 horas. Una media aproximada de 100 kilómetros a la hora. Ambas ciudades suspiran, y con razón, por el corredor mediterráneo, pero de cualquier manera cuentan con unas comunicaciones bastante ajustadas al siglo XXI. De esta centuria, en cambio, parecen estar aún bien alejadas Benidorm y Dénia. Para cubrir la distancia de apenas 51 kilómetros que separa ambas ciudades, los dos núcleos urbanos más importantes de la franja turística de la Marina, se tarda dos horas. Ahí es nada. En este caso la media -25 kilómetros por hora- parece efectivamente digna de los inicios de la Revolución Industrial.

No es que con anterioridad la línea 9 del TRAM, que es la que une por ferrocarril ambas localidades, fuera demasiado rápida: entre Benidorm y Dénia se tardaba una hora y cuarto. Pero ahora, las obras de mejora que se están realizando en la línea han intensificado la lentitud de este medio de transporte, ya que han obligado a interrumpir el tráfico ferroviario entre Calp y Altea, trayecto que en la actualidad debe realizarse en autobús.

Por si fuera poco, ayer, Comisiones Obreras denunció que los horarios del autobús que cubre el tramo afectado no están coordinados, por lo que cuando los usuarios tienen que utilizar la línea 1 -que enlaza Benidorm con Alicante- el convoy ya se ha marchado y deben esperar al siguiente.

CC OO alertó de otras deficiencias: la imposibilidad de enlazar con la Línea 1 antes de las 8 de la mañana -lo que supone un grave perjuicio para trabajadores de poblaciones como la Vila que deben acudir al hospital o a los institutos-, la existencia de trenes que salen de Benidorm a Dénia dos minutos antes de que lleguen los viajeros de la línea 1 o trenes que carecen de transbordo en autobús a su llegada a l´Olla de Altea. Como llevan mucho tiempo alertando los usuarios, el TRAM no resulta así efectivo a la hora de vertebrar el litoral de la provincia.

Por este motivo, Comisiones emplazó ayer a los pasajeros a exigir mediante reclamaciones "un servicio de calidad". Además, el sindicato denunció que "la única respuesta a esta problemática por parte de la dirección de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) "ha sido amenazar al secretario de CC OO en la empresa con cerrar la línea 9 si se continúa denunciado esta situación".