Mil doscientos kilos de pólvora pusieron ayer el atronador y colorido punto final a las Fiestas Mayores Patronales de Benidorm 2011. Al finalizar el desfile de carrozas, una marea de festeros, vecinos y turistas se desplazaba hasta la playa de Poniente para contemplar el apoteósico fin de festejos. La empresa pirotécnica Vicente Caballer desembarcó este año por primera vez en Benidorm disparando un castillo totalmente informatizado con más de 3.000 instrucciones digitales, o lo que es lo mismo, más de tres mil artefactos explosivos, que arrancaron la ovación del público en varios momentos.

Para su estreno en la ciudad, la empresa quiso hacer un guiño a la patrona de Benidorm y realizó una estampeta de la Virgen del Sufragio, una silueta perfilada "exacta, basada en una fotografía real" de la talla según explicaron desde la empresa. La pirotécnica estrenó también en Benidorm un nuevo color dorado entre sus figuras. Pavos reales, cinco secuencias digitales distintas y un apoteósico final pusieron el broche sonoro y atronador a seis días de festejos y arrancaron los aplausos de los miles de asistentes. Al ser fuegos encarados al mar, otra particularidad es que "se ha podido aumentar la duración del encendido", según explicaron.

El recorte en el presupuesto para fuegos artificiales, de en torno al 30 por ciento con respecto al año pasado, no afectó a la calidad del espectáculo pirotécnico. "La empresa ha hecho un esfuerzo para estar a la altura de lo que Benidorm se merece y por que se note lo mínimo posible", eso sí, obligó a acortar el castillo algunos minutos. En total "han sido 16 minutos, pero de calidad extrema", indicaron desde la pirotécnica. El hincapié ha sido mayor al tratarse de la primera vez que Vicente Caballer realiza el castillo en la capital turística: "la empresa se estrena en esta plaza y viene con toda la artillería", decía el portavoz de la pirotécnica.