Benidorm podría contar a partir del año 2013 con el primer museo público y municipal de la ciudad, que se ubicaría además en pleno corazón del casco urbano. Esa es, al menos, la intención del gobierno local, que el próximo lunes elevará a pleno una propuesta para modificar el proyecto de reforma del edificio de la Boca del Calvari, donde históricamente se encontraba el Ayuntamiento. El objetivo de la moción es doble: por un lado, busca logar el consenso de la corporación para sacar adelante un acuerdo dirigido a mejorar arquitectónicamente la fachada prevista en el proyecto inicial; por otro lado, resolver y concretar los usos del futuro edificio, destinándolo a fines culturales, para así poder ubicar en él el primer museo de Benidorm.

El concejal de Urbanismo, Juan Ángel Ferrer, y la de Cultura, Eva Mayor, fueron los encargados de dar a conocer ayer los pormenores de este proyecto, cuyas obras correrían a cargo del Plan Confianza de la Generalitat y disponen de un presupuesto de 1,6 millones de euros, tal y como aprobó el pleno en el año 2009. Por tanto, según indicó Ferrer, el Ayuntamiento no tendrá que hacerse cargo de ningún coste adicional, sino de dar forma y llenar el interior del edificio para elevarlo a la categoría de museo.

¿Y qué albergará en su interior? El gobierno local prevé incluir en este edificio, de unos 400 metros cuadrados, diversos contenidos. Por un lado, contar con un espacio para dar a conocer a propios y extraños la historia local del turismo desde sus inicios hasta la actualidad, lo que supondría un pequeño homenaje al sector que ha modelado y transformado por completo Benidorm desde mediados del siglo XX, cuando apenas era aún un pequeño pueblo de pescadores, pero cuya historia se extiende también hasta finales del XIX, cuando comenzaron a llegar a Benidorm los primeros veraneantes desde Alemania y Alcoy.

En segundo lugar, el edificio destinaría otro espacio para exponer el extenso patrimonio histórico y arqueológico de Benidorm, procedente principalmente de la época íbera, y buena parte del cual se halló en las inmediaciones del Tossal de La Cala. La edil de Cultura indicó que "ya es hora de que Benidorm pueda exponer su patrimonio, en lugar de tenerlo guardado en un cajón" y resaltó que, hasta la fecha, todos esos fondos están "catalogados y custodiados" en el Archivo Municipal, "sin que la población ni nuestros turistas puedan tener acceso ni disfrutar de ellos".

Por último, el futuro museo podría albergar exposiciones itinerantes de artistas contemporáneos y de diversas disciplinas artísticas, como pintura, fotografía o escultura, que en la actualidad no pueden exponerse en la ciudad por carecer de un espacio que reúna las condiciones que muchas muestras exigen, según reconoció Mayor. "Se trata de generar una oferta complementaria desde el punto de vista turístico, para poder ofrecer algo más que el sol y playa", indicó la concejal de Cultura, quien además resaltó que su ubicación en pleno centro de Benidorm "dará un valor añadido a la zona del Calvari que no se lograría destinando el edificio a oficinas que sólo abran de ocho a tres".

Igual estructura, distinta fachada

Por lo que respecta a la modificación en sí del proyecto, el edil de Urbanismo indicó que el nuevo diseño que se elevará el próximo lunes a pleno "más allá de una reconstrucción literal, piedra a piedra, pretende dar un tratamiento especial a la fachada para poner este edificio en valor". Por ello, pese a que en el proyecto inicial estaba contemplado crear un nuevo edificio reproduciendo la misma estética exterior que el actual, ahora se pretende compaginar "historia con modernidad", de tal modo que la parte superior seguirá el mismo perfil estético, pero en su planta baja se creará un zócalo de vidrio y hormigón, con el que comunicar visualmente los espacios y realzar la fachada. O, en palabras de Ferrer: "Poner un pedestal a un edificio donde se tomaron en su día decisiones tan importantes como la redacción del Plan General de Pedro Zaragoza".

El edil de Urbanismo indicó que la modificación del proyecto inicial fue presentada por el arquitecto del proyecto, José Manuel Escolano, para "poner fin a la controversia que existía" sobre la fachada. Ferrer avanzó que los cambios sobre el diseño inicialmente aprobado "no supondrán un incremento del presupuesto previsto, sino que podrían incluso rebajarlo", por lo que auguró que, de salir adelante la propuesta en pleno, "no habrá ningún problema con la Conselleria ni con la empresa Cleop" -la primera, quien ha de financiar la obra; la segunda, quien la tiene adjudicada-. No obstante, el edil reconoció que esta modificación no atiende a la reclamación de los vecinos del Paseo de la Carretera, quienes instaron al Consistorio a retranquear la fachada del edificio para seguir la misma línea que en su día se les exigió a ellos. "En la fase inicial no está previsto, pero podría hacerse más adelante", dijo Ferrer.