Los padres de los escolares de Finestrat tendrán que pagar este curso, por primera vez desde hace más de una década, los libros de texto y la cuota mensual del servicio de comedor quienes lo utilicen. Así lo informaron ayer los socialistas locales, quienes explicaron que "mientras el alcalde continúa cobrando 60.000 euros anuales, muy por encima de lo que recomienda la Federación Valenciana de Municipios y Provincias para alcaldes de localidades de hasta 20.000 habitantes, aplica unos recortes educativos que suponen un gasto medio de 200 euros por alumno en la adquisición de libros de texto, y de 85 euros mensuales para los que vayan a ir al comedor escolar". Según explicaron desde el grupo socialista, "la gratuidad de los libros de texto ha pasado a la historia con la irrisoria subvención municipal, 40 euros, y el bono-libro de la Generalitat, que no cubre el 100% de su coste".

Quienes sufrirán más recorte serán los niños de primer ciclo de la ESO, al no tener ni bono-libro ni ayuda municipal, teniendo que abonar 250 euros por sus libros.

El portavoz del gobierno finestrense, el popular Juan Francisco Pérez, desmintió sin embargo que haya habido recortes, pero tampoco se ha podido incrementar la partida de Educación por el Plan de Ajuste Económico. "Lo que pasa es que hemos destinado parte del presupuesto a otros usos, como la dotación de la guardería, y ha subido el porcentaje de alumnado, como muestra que de uno hayamos pasado a dos colegios".