El bloque I del edificio Principado de La Cala de La Vila Joiosa fue desalojado ayer por los bomberos tras recibir la llamada de un vecino alertando de la caída de parte de la fachada sobre los depósitos de gas de la comunidad. En un primer momento se pensó que los cascotes se habían desprendido de la cubierta del inmueble -de 22 plantas- , pero el incidente lo causó un obrero que los arrojó al barrer un andamio, según confirmó el propio operario y aclaró el edil de Urbanismo de La Vila, Jerónimo Lloret. El accidente no causó daños personales ni casi materiales en los depósitos de gas, al contar con un protector de seguridad. Aun así, como medida preventiva ante escapes, el lunes se procederá a vaciar los tanques de gas.

Aunque el desalojo de ayer duró apenas tres horas, varios vecinos abandonaron el inmueble con bolsas de ropa y enseres, alarmados de que el edificio pudiera venirse abajo. Y es que el incidente se produjo a la semana de que el Ayuntamiento de La Vila decretara el desalojo y acordonamiento del inmueble, ordenara la retirada de vehículos del aparcamiento y prohibiera utilizar el jardín y la piscina, por "peligro de caída de la hoja exterior de ladrillo del edificio". El decreto firmado por el alcalde vilero responde a la petición tramitada al efecto por el arquitecto José Ramón Fuentes Bernabeu ante las grietas encontradas en una inspección del edificio contratada a su vez por los vecinos.

Ayer, tras revisar el inmueble dirección de obra y bomberos, la dirección de obra solicitó al Ayuntamiento de Finestrat que también decretara el acordonamiento de la zona ajardinada del bloque II del Edificio Principado, ubicado a escasos metros del bloque I, ante el peligro de caídas de la cubierta durante los trabajos de afianzamiento de la fachada de ladrillo, según indicaron responsables de la obra y varios vecinos afectados.

Las grietas en el bloque I comenzaron a aparecer hace cuatro años, dos después de que finalizase su construcción y se entregaran las viviendas en marzo de 2005, según apuntó ayer el presidente de la Comunidad de Propietarios, Bernabé Sánchez. "Advertimos al Ayuntamiento vilero de la aparición de las primeras grietas en 2007 o 2008, y requerimos a la empresa constructora, Principado, a que las reparara, pero no lo hizo y ha ido a peor. Los técnicos que hicieron el proyecto y dirigieron la construcción del edificio llegaron a poner los andamios para hacer catas y comprobar que la estructura no estaba dañada. Pero se fueron sin hacerlas y sin pagar el andamio, que ahí sigue", añadió. Tras esto, y ante la inseguridad creada entre los vecinos que residen o veranean en alguno de los 84 pisos que tiene la torre, la comunidad de propietarios aprobó destinar 100.000 euros para contratar una inspección técnica que les informara sobre el estado real del edificio e incluyera en dicho presupuesto la obra de afianzamiento de la fachada.

Para ese trabajo el arquitecto remitió al Ayuntamiento la petición de desalojo y acotación de las zonas comunes en agosto, decretando la medida el día 30. Pero ayer fue un operario de la empresa que afianzará la fachada quien generó la alarma al echar, sin querer, los cascotes que barría al vacío cayendo éstos sobre los depósitos de gas. Tras el incidente, la zona ajardinada del bloque II también se acotará.

Mientras, los del primer bloque están indignados. "Inseguros... nadie se hace cargo y nos obligan a pagar aún más", decía Felix Fernández, uno de ellos. Otro, Cayetano Gijón, fue más directo. "Un canalla es el del Principado... Nos mintió hasta que firmamos la escritura, se guardó los derechos de admisión, hizo lo que quiso y ahora lleva años sin dar la cara".

El precio pagado por quien compró un piso de 130 metros cuadrados cuando estaba en construcción fue de 300.000 euros.