Es agosto en los centros de salud de la Marina Baixa. Las demoras para obtener una cita con un médico de Atención Primaria alcanzan los ocho días en Benidorm, una semana en Altea, seis días en La Nucía y así ocurre igualmente en otras poblaciones de la comarca que, en plena temporada turística, suma casi el medio millón de personas entre los 18 municipios del departamento de salud.

Algunos facultativos tienen sus "agendas desviadas" a otros médicos, como dicen los servicios sanitarios cuando un usuario pide una cita, lo que refleja que, en algunos casos, un profesional absorbe los pacientes de dos. Todo para cuadrar un plan de vacaciones que sólo sustituye a un 60 por ciento del personal médico y de enfermería en plantilla, tal y como ya denunciaron .

Ayer, las colas en el centro de salud de Tomás Ortuño, el más céntrico de Benidorm, daban la vuelta a toda la sala y no bajaron, en toda la mañana, del medio centenar de personas. Muchos de los pacientes, personas mayores o con movilidad reducida, se veían obligados a alejarse de la fila para poder sentarse a esperar y perdían su turno, lo que generó momentos de tensión y discusiones a lo largo del día. Algunos usuarios protestaban por la demora y por que ni siquiera haya un expendedor de tickets numerados para evitar esos altercados. Otros usuarios, protestaban porque tras haber intentado durante horas pedir una cita telefónica sin que les descolgaran el aparato, habían tenido que ir hasta allí para que les dieran una hora de consulta. Pese a la saturación, había más indignación que sorpresa ya que, según los profesionales sanitarios y los mismos pacientes, eso es "la tónica habitual" en verano.

Pero la sobrecarga de trabajo en los centros de salud tiene otro efecto, y es que los servicios de Urgencias están "totalmente colapsados", según lamentaron desde el sindicato Comisiones Obreras. Su portavoz en la Marina Baixa, Marisa Corcóstegui, indicó que "es lo de todos los años" y destacó que los propios profesionales sanitarios "conocen la situación y se resignan".

Para Corcóstegui la falta de personal es endémica y eso genera además hábitos inapropiados en los usuarios que "si tienen fiebre o una lumbalgia no pueden esperar más de una semana a que les vean y se van directamente a Urgencias", indicó. Para la portavoz de CC OO es "un círculo vicioso" del que no se podrá salir sino no hay más dotación de personal en verano.

De hecho, el servicio de Urgencias registra una media de espera para ser atendido de tres horas, aunque estas pueden convertirse en más de cinco horas en los casos valorados como menos urgentes.

Este diario trató ayer de obtener sin éxito declaraciones de la gerencia del departamento de salud. No obstante, la dirección ya informó de que las sustituciones de personal previstas en Atención Primaria "son las mismas que el año pasado, incluso un médico más".

Consultas médicas que dependen del sistema informático

A las demoras en las citas de Atención Primaria se suma el problema de los continuos fallos en el sistema informático denunciados por el personal sanitario. Desde la Junta de Personal volvieron ayer a lamentar los retrasos que ocasiona un sistema "lento, que añade problemas a la saturación de las consultas y obliga al médico a hacer de informático". Sin personal técnico en los centros de salud, cuando el ordenador se colapsa, el médico tiene que solucionarlo o recurre a otro facultativo, paralizando temporalmente las consultas de forma sistemática. En algunos casos, el caos ha obligado a pedir a los pacientes poco urgentes a volver otro día. La dirección asegura que son fallos "puntuales" pero "surgen con tanta puntualidad que son habituales", según el personal, que opina que "la red es insuficiente".