Hace más de dos siglos y medio emitió sus primeras notas y este año ha vuelto a sonar de la misma forma. El órgano barroco de la Iglesia Arciprestal San Juan Bautista de Callosa d'en Sarrià suena ahora gracias al aire de los antiguos fuelles, que vuelven a ponerse en marcha de forma manual, al igual que cuando fue creado en el siglo XVIII, y con los mismos registros musicales con los que nació. Este tradicional órgano valenciano, que estuvo muchos años olvidado, precisamente por eso ha logrado ser hoy uno de los dos únicos órganos barrocos valencianos (junto al de Gorga) que conservan íntegramente el estilo dieciochesco. Otros, más cuidados, han llegado hasta nuestros días romantizados o con la interferencia de estilos posteriores que los han rectificado. El de Callosa es además el más grande de la Comunidad Valenciana de sus características.

El órgano callosino ha celebrado ya su primer ciclo de conciertos tras concluir la primera fase de su restauración, pero quedan otras dos y son necesarios más de 41.000 euros para la segunda. La anterior fue realizada por las manos de los miembros de la Associación d'Amics de l'Orgue de Callosa d'en Sarrià "Ple a 4", un grupo de vecinos, músicos y expertos, que decidió devolver su aspecto original al instrumento. Desde que se embarcaran en la tarea, limpiando polvo y tratando la madera contra la carcoma, hasta recuperar todos los mecanismos manuales y los registros barrocos primigenios, han pasado meses y meses de trabajo. Para continuar con la reparación del mecanismo interno, es necesaria ahora la intervención de una empresa suiza, que eliminará las fugas de aire que hacen que se mezclen algunas notas.

Un poco de historia

En el año 1845 se instaló en la iglesia de Callosa el órgano. La venta de unos bancales y los donativos de la gente del pueblo sirvieron para comprar el órgano. En los años 80 fue intervenido y mecanizado. Ahora, los miembros de "Ple a 4" han eliminado esas reformas para devolverle su impronta del siglo XVIII.

El grupo de vecinos y expertos encargados de la restauración del órgano ha iniciado además una investigación para aclarar la autoría del instrumento. Existen documentos que fechan la construcción en 1754, sin embargo, las menciones a su constructor parecen contradictorias. La poca historia existente, cuenta que el órgano fue traído de un convento de Cocentaina y que sería obra de un organero aragonés, Bartolomé Sánchez, pero "los datos no cuadran", según explicó el portavoz de "Ple a 4", José Vicente Fuster, y la investigación iniciada por el grupo apunta a los constructores Salanova y Usarralde, no sólo por la composición del órgano, "que coincide en un 90 por cien con la hechura de otros órganos de esta familia", sino porque, según los datos, Bartolomé Sánchez habría muerto antes de la fecha de construcción del órgano callosino. El siguiente paso es ir al archivo de la orden franciscana de Valencia para buscar el primer contrato de construcción. Otra posibilidad es que cuando la empresa suiza abra el mecanismo interno para restaurarlo aparezca alguna firma.