La empleada de un hotel de Benidorm donde explotó una bomba en 2003 ha declarado hoy en el juicio a Jon Joseba Troitiño Ciria que les llamó la atención su apariencia porque el presunto etarra -para quien el fiscal pide 268 años de cárcel- llevaba una "tira" en la nariz.

En la primera sesión del juicio celebrado en la Audiencia Nacional, la gobernanta del hotel Nadal ha explicado que el día anterior a la explosión -que tuvo lugar el 22 de julio de 2003 junto con otro atentado en un hotel de Alicante- el acusado estuvo fijándose en la fachada del hotel mientras se tomaba un refresco tras formalizar una reserva con una identidad falsa.

La mujer ha declarado que en el momento de la explosión, que estaba prevista para las doce y media de la mañana -según el aviso recibido por el "Diario de Levante" y el periódico "Gara"-, se encontraba junto a un policía en la planta inferior a donde estaba ubicada la bomba.

"Quedé totalmente desorientada", ha manifestado esta empleada, personada como acusación particular junto con el policía que, según ella, le salvó la vida.

La mujer ha señalado también que momentos antes de la explosión había estado en la habitación donde fue colocada la bomba con varios agentes que registraban el edificio.

El policía que se encontraba junto a ella ha explicado que en ese momento estaban buscando el libro de reservas de este hotel de Benidorm.

Otro policía nacional que se encargó de la inspección del hotel tras el atentado ha testificado en el juicio que el edificio estaba en "estado deplorable" y presentaba una "inestabilidad importante", circunstancia por la que tuvo que ser apuntalado antes de la inspección policial por consejo de los arquitectos municipales.

Según su relato, el hecho de que el establecimiento estuviera situado junto a un talud reforzado con hormigón hizo que la onda expansiva rebotase y los daños en el complejo hotelero fueran mayores.

En la vista oral también han declarado afectados por la explosión en el hotel Bahía de Alicante, que causó daños en una escuela de español para extranjeros situada junto a este edificio.

"Perdí el hijo que estaba esperando a raíz del atentado", ha declarado una profesora de esta escuela, que pudo salir del lugar por la escalera de emergencia gracias a la ayuda de sus compañeros.

También han prestado declaración varios miembros de la Policía Nacional encargados de inspeccionar el piso de Valencia donde, según el escrito del fiscal, los etarras Jon Joseba Troitiño y Asier Eceiza planearon estas acciones.

El instructor de este registro ha declarado que en dicha vivienda se encontraron imanes, una fiambrera, un manual para fabricar bombas lapa y recortes de prensa, lo que llevó a estos agentes a pensar que los dos etarras habían formado un "comando para una campaña de verano".

El escrito provisional del fiscal señala que Eceiza reservó una habitación con nombre falso para los días cercanos a los atentados en el Hotel Bahía y otra en el Nadal, reservas que fueron anuladas telefónicamente el 21 de julio, día en que Troitiño las volvió a reservar con una identidad falsa y colocó en ellas las dos bombas, que causaron catorce heridos.

En el juicio han declarado tres empleadas de una clínica dental de Valencia donde el acusado se hizo un tratamiento bajo esa misma identidad y que le reconocieron al ver su fotografía en la prensa tras su detención.

Troitiño Ciria -sobrino del etarra Antonio Troitiño, que quedó en libertad el pasado 13 de abril y que se encuentra en busca y captura desde que seis días después la Audiencia revocara su excarcelación- fue detenido en Francia en julio de 2005 junto a los terroristas Oier Gonzalez Bilbatua, Zuhaitz Erraste Goiti y Urtzi Zubizarreta Lizundia y entregado a España el 9 de julio de 2010.