Flanqueado por su mujer y sus más estrechos colaboradores de la campaña, el alcalde y candidato del PSOE, Agustín Navarro, fue recibido con una mezcla de sentimientos encontrados por los cientos de militantes y simpatizantes que les esperaban anoche en la sede de la calle Herrerías. Alegría, por el primer triunfo electoral en las urnas que logra el PSOE en Benidorm desde hace exactamente veinte años.

Y tristeza, desolación y alguna que otra lágrima, porque éste ha sido insuficiente para revalidar la Alcaldía, al menos con tranquilidad, sin recurrir a ningún pacto. Pero lejos de ello, Navarro no perdió el optimismo y pidió que la falta de mayoría absoluta no aguase la celebración: «Que hoy no pare la fiesta, porque nos lo merecemos».

El alcalde emplazó al «espíritu de la roja» y a «la pasión por Benidorm» que han predicado durante toda la campaña para animar a sis militantes: «Esto no acaba hoy, hoy es cuando empieza», dijo pocos segundos después de dedicar el triunfo, más que emocionado, a sus padres. Y, además de ánimo, Navarro trasladó tranquilidad: «Hemos hecho bien nuestro trabajo porque somos la única ciudad de más de 50.000 habitantes en la que el PSOE ha ganado».

La primera intención del alcaldable es clara: «Gobernaremos con el susto siempre en el cuerpo, pero vamos a gobernar esta ciudad con la legitimidad que nos da el haber ganado las elecciones», dijo, para después manifestar que la intención inicial es «acudir a la investidura el 11 de junio nosotros sólos, sin pactos».

Lejos de atribuir la victoria a la situación local, el todavía alcalde consideró que su equipo cierra la legislatura «con el trabajo bien hecho. Si no lo hubiéramos hecho bien, la debacle habría sido tremenda, como ha pasado en otros sitios» y después se lamentó de que «al PP le han salvado las siglas, mientras que a nosotros nos han hecho daño». Navarro afirmó haber llamado a Gema Amor para darle la enhorabuena y, a diferencia de ésta, él sí recibió la llamada de Pérez Fenoll para felicitarle.