El exalcalde de Polop de la Marina por el PP y ahora edil no adscrito, Juan Cano, pasó ayer de acusado a acusador en el pleno extraordinario que se celebró en el Ayuntamiento de la localidad, a petición del propio Cano, para fiscalizar la gestión económica de la actual alcaldesa, María Dolores Zaragoza, a tan sólo tres días para las elecciones. El concejal, imputado en dos causas penales -una, la que investiga el asesinato del alcalde Alejandro Ponsoda; otra, sobre la trama urbanística del municipio- acusó ayer a la actual regidora de posibles irregularidades en las cuentas públicas y de una presunta malversación de fondos. Sin embargo, y pese a su detallada explicación en materia económica, no logró el apoyo de ningún concejal más de la corporación para sacar adelante las dos peticiones incluidas en el orden del día: solicitar la elaboración de un informe económico por parte de un técnico externo al Ayuntamiento para estudiar el estado real de las cuentas y, en caso de observarse posibles irregularidades, emprender las acciones legales oportunas para depurar responsabilidades.

El pleno arrancó a las doce del mediodía ante un salón de sesiones copado de público, mayoritariamente afín al exalcalde popular. Cano expuso sus dudas sobre la auditoría realizada en el municipio y aportó diversos datos para cuestionar la gestión de Zaragoza y, a su vez, defender que su etapa al frente del Ayuntamiento -entre octubre de 2007 y noviembre de 2009, cuando se produjo su arresto- fue "mejor". Asimismo censuró los informes económicos dados por la alcaldesa y el auditor, al considerar que las cuentas estaban maquilladas: "Llevan mucho Max Factor", dijo. Y, después, pasó a la carga dando datos económicos interesados para justificar su postura: el edil aseguró que la deuda líquida total del Ayuntamiento se situó en 2010 por encima de los 3,5 millones de euros, un millón más que en el año anterior; aseguró que se están dejando de atender los pagos a proveedores, causa por la que aseguró están paralizadas las obras del parking, a las que según sus datos el Consistorio adeuda más de 400.000 euros; y dijo que de la situación de superávit que había en 2009 -1,76 millones, según sus cálculos- se pasó al cierre de 2010 a un déficit de casi 0,7 millones. Por último, alertó de que la falta de liquidez municipal podría poner en peligro el pago de las nóminas de funcionarios y también aseguró que se han destinado 600.000 euros provenientes de préstamos para inversiones para saldar gastos corrientes, lo cual, según su criterio, sería "claramente irregular".

Los datos económicos de Cano fueron rebatidos por el auditor Joaquín Hernández, contratado por el Ayuntamiento, en la etapa en la que Cano era alcalde, para fiscalizar las cuentas públicas. El técnico manifestó que el informe del exalcalde contenía "criterios técnicos incorrectos" y lamentó que sus informes se hubieran puesto en duda públicamente. El auditor afirmó que en su análisis de las cuentas "no se ha detectado ningún incumplimiento del que puedan derivarse responsabilidades administrativas, civiles o penales", y dijo que la situación económica del Ayuntamiento es mejor que la referida por Juan Cano.

Durante el pleno también tomaron la palabra representantes de otros dos grupos de la oposición. Por GdP, María José Fuster manifestó su deseo de que el vida municipal tome otro rumbo a partir del domingo, mientras el portavoz socialista, Gabriel Fernández, destacó que "sería bueno que el gobierno municipal presente unas cuentas claras" y que, tras ello, "se olviden de mirar hacia atrás".

Una extraña votación y otro enfrentamiento, esta vez con el auditor

Si por algo se caracterizó el pleno de ayer en Polop es porque nadie, a excepción de la alcaldesa y del secretario municipal, se enteró del resultado de la votación. El único que votó ante el público fue Juan Cano, quien levantó la mano para sacar adelante su propuesta. El resto de ediles dio la callada por respuesta: ni sí, ni no ni abstención, incluso los dos del PP que respaldaron con su firma la moción del exalcalde: José Valero y Ximo Montiel. Ningún otro edil, levantó ayer la mano, aunque después el teniente alcalde Juan Iborra explicó que tanto él como María Dolores Zaragoza habían votado en contra y que, por ello, la moción se saldaba con dos votos de rechazo por uno a favor. Pero nadie lo vio.

También destacó el silencio de la alcaldesa para defenderse de las acusaciones de Cano durante todo el pleno. Zaragoza tan sólo intervino para interrumpir al edil no adscrito durante sus intervenciones, sobre todo cuando éste se enfrentó al auditor: "Tú no tienes por qué estar aquí, porque no eres concejal, ni eres quien para censurarme" le dijo Cano al técnico, quien después añadió: "Si quienes tienen que hablar no saben, que espabilen".