Los grandes eventos que constituyeron uno de los emblemas de la época del PP en Benidorm están en entredicho. Así lo considera la auditoría encargada por el actual gobierno local para fiscalizar la gestión de los ejecutivos populares entre 2003 y 2009 y cuyas conclusiones se han convertido en una nueva carga de profundidad en la actual refriega electoral. Según los auditores, el 90% de aquellos conciertos musicales fueron contratados por el Ayuntamiento a través de un procedimiento negociado sin publicidad en el que se invitó a participar a una sola empresa y no a tres como marca la Ley de Contratos de Administraciones Públicas. La única excepción para esta "adjudicación a dedo" habría sido que la mercantil adjudicataria hubiera podido acreditar un contrato de exclusividad con el artista que protagonizaba el evento. Pero ése no es el caso de los once contratos analizados por los auditores: en ellos se demuestra que los conciertos fueron organizados por empresas intermediarias que a su vez debían negociar con la mercantil que tuviera realmente la exclusividad, "encareciendo el coste que tuvo que pagar el Ayuntamiento a través de una cadena de intermediarios", según denunció el portavoz adjunto, Jaime Llinares, quien aludió con ironía a la canción de Rafael para tildar el caso de "escándalo".

De hecho, Benidorm se gastó en esos once contratos más de 3 millones de euros, cuando según la edil de Contratación, Mariola Fluviá, de haberse cumplido la ley el gasto para las arcas municipales se habría situado en "500.000 ó 600.000 euros como máximo". Fluviá añadió otras dos anomalías importantes: la mayor parte de las empresas adjudicatarias carecían de un seguro o aval para prever cualquier eventualidad en las actuaciones; y en los expedientes investigados falta abundante documentación: no consta la aprobación de los expedientes ni los informes de fiscalización de los técnicos municipales, ni numerosos documentos contables y técnicos.

Incluso, según los auditores, el Consistorio gastó dinero a fondo perdido al pagar al menos dos conciertos que nunca llegaron a realizarse: el de Navajita Plateá, cuyo expediente se inició en 2002 con un coste de 20.196 euros, y el de REM, que se disparó en 2003 a los 232.000. Según Fluviá, no existe constancia de que esos 242.000 ? regresaran a los fondos del Ayuntamiento. La actuación de Navajita fue a parar a la mercantil Star Lan a pesar de que era otra firma la que tenía el contrato de exclusividad con el artista; mientras que el frustrado concierto de REM fue organizado por Mundosenti2 Eventos, dentro de una programación global de varias actuaciones musicales con un coste total de 580.000 euros.

Mundosenti 2 fue la gran estrella de este periodo del gobierno popular: también en 2003 organizó por 174.000 euros el concierto de Tom Jones, del que tampoco tenía la exclusividad, y el de Farruqito, por 24.360?. Y en 2004 gestionó el de los Rolling Stone, sobre el que se cierne un mar de confusión aún mayor: en abril de aquel año, el alcalde aprobó un gasto para diversos espectáculos -entre ellos el del grupo británico- por valor de 348.000 ?; no obstante, el contrato con la adjudicataria estableció después que los 348.000 euros irían a parar en su totalidad a la actuación de los Rolling; y después aparece en el expediente otro gasto añadido de 116.000 ? "no sabemos muy bien porqué". Por si fuera poco, el Ayuntamiento estaba obligado a realizar una serie de obras en el estadio de fútbol para la realización del evento; de no llevarlas a cabo en el contrato se estipulaba que debía indemnizar al adjudicatario con 2,6 millones de euros. Las obras se hicieron, pero su coste real se desconoce.

Mundosenti2 siguió viviendo momentos de gloria en los años siguientes: en 2004 obtuvo por el mismo procedimiento un contrato para realizar 6 actuaciones sin especificar por valor de 1,1 millón de euros, cantidad que según Fluviá el Ayuntamiento habría pagado ignorando qué artistas iban a actuar. Y empezó a haber cambio de cromos: en marzo de 2004, se supo que Prince no podría actuar y se le sustituyó por Eros Ramazzoti sin que se recortara el gasto "a pesar de que el caché de ambos artistas no es evidentemente el mismo". En aquel paquete, también actuaron Bob Dylan, Sting y The Corrs. Y de nuevo un fax adjuntado al expediente demuestra que Mundosenti2 no tenía la exclusividad de ninguno de esos artistas.

Quizás por ello, el sistema se cambió en 2005: se contrató de nuevo otro paquete de eventos bajo el nombre genérico de "grandes espectáculos municipales", pero ya no mediante negociado sin publicidad sino a través de un concurso abierto libre para todas las empresas. Sin embargo, ni siquiera consta que hubiera una mesa de contratación que eligiera entre las supuestas firmas candidatas. El servicio se lo quedó una vez más Mundosenti2.

Ante este cúmulo de "ilegalidades", Llinares aseguró ayer que "los responsables políticos, muchos de ellos aún en listas electorales, no van a salirse de rositas". El gobierno local apunta sobre todo a José Amor (edil de Cultura entre 1999 y 2003) y Miguel Llorca, hoy en el CDL de Gema Amor y edil de Hacienda entre 2003 y 2007. A partir de esta fecha, y ya con un nuevo responsable de Contratación, Francisco Saval, Mundosenti2 desaparece, pero los procedimientos de contrataciones no cambiaron: aquel año tampoco se celebró un concierto de Prince cuyo expediente ha desaparecido: "algo habrá pasado para que alguien quiera ocultarlo". Y no existen documentos que garanticen la legalidad en los conciertos de David Bisbal, Julio Iglesias, Bruce Springteen y Lonnie Brooks y Koto celebrados entre 2007 y 2009.

El actual concejal de Eventos, Conrado Hernández, criticó que ahora en la oposición el PP censure el festival musical Low Cost, que sí cuenta con exclusividad y cuyo presupuesto fue de 150.000 euros en 2010 y será de 300.000 este año.

13 millones en facturas y una extraña habitación de hotel

El portavoz del PP, Antonio Pérez, no salía ayer de su asombro al comprobar que un céntrico hotel de Benidorm le había reclamado el pago de dos habitaciones individuales que fueron utilizadas por el Ayuntamiento la noche del 22 de abril de 2010. Como evidentemente no es Pérez el responsable de esa reserva, cuyo coste con parking añadido es de unos 144 euros, el edil popular remitió una carta al alcalde y candidato por el PSOE, Agustín Navarro, en la que le advierte de que el Consistorio tiene pendiente esa deuda, "de la que yo no tengo la más remota idea", y le pide que haga frente al pago de la misma. Pérez aprovecha además la misiva para reprocharle a Navarro "su pésima gestión económica". "Lo que los auditores tenían que haber hecho es investigar la gestión económica del gobierno de Navarro en 2010, año en el que se ha acumulado un remanente negativo de tesorería de 10 millones de euros a los que hay que sumar otros 13 millones en OPAS", esto es, en facturas contraídas en 2010 y que ya han comprometido los gastos de 2011. En la carta, Pérez pregunta además si las facturas de la extraña habitación están contabilizadas en la deuda de las OPAS.

Por otro lado, el PP denunció que el Ayuntamiento le denegó ayer un espacio entre las calles Holanda y Bélgica para habilitar una instalaciones recreativas a pesar de que el PSOE pudo utilizar la pasada semana ese mismo espacio para realizar idéntica actividad.