Tres cosas quedaron claras durante las dos horas que el portavoz del grupo popular en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja, estuvo ayer en Benidorm en lo que, salvo que al final el jefe del Consell haga una pasada fugaz el viernes (como ayer se comentaba, aunque no todos se atrevían a confirmarlo tras la suspensión de los actos del domingo), será el único apoyo externo que habrán tenido los populares en las dos semanas de campaña.

De tres cosas, decía, no hay duda: de que el exministro del Interior de la era Aznar sigue teniendo tanta fijación por ETA como poco respeto por el Pacto Antiterrorista; de que, sin nombrarla, no tardó en arremeter contra Gema Amor por romper la derecha en esta ciudad «cuando no es momento de dispersar sino de fortalecerse», dijo, y de que no se sabe el nombre completo del candidato del PP, al que hasta en dos ocasiones llamó Manuel Pérez Fenollar (en vez de Fenoll, que hubiera sido lo correcto).

Bueno, eso, y que se marchó sin comer ya que la apretada agenda del parlamentario, que tenía otros dos bolos electorales en la Comunidad, uno de ellos en Elche, y la tardanza con que se sirvió el ágape hizo que sólo le diera tiempo a tomar un bocado. No más de lo que probaron sus compañeros de mesa en el almuerzo-mitin que se celebró en un hotel del Rincón de Loix y entre los que se encontraban los Barceló (el exsenador, la edil y diputada autonómica Ángela Barceló y su hijo, el senador Agustín Almodóvar); el secretario general del PP en la Comunidad, Antonio Clemente; el vicepresidente tercero de la Generalitat, Juan Cotino; el número tres del PP y ex delegado del Consell, José Císcar; el diputado Francisco Murcia; el vicesecretario de Organización, David Serra; y el senador Julio de España.

«Las personas que pensamos las mismas cosas necesitamos estar más unidos que nunca», apuntó el eurodiputado quien, sin nombrar en ningún momento a la escindida Gema Amor, insistió en que «PP sólo hay uno y en Benidorm tiene el nombre de Manuel Pérez Fenoll. No podemos cometer la equivocación de la fractura, de la separación, de la división».

Aún cuando iba intercalando pinceladas de política nacional, con especial atención al conflicto etarra y al paro, Mayor Oreja no quiso finalizar su arenga sin volver sobre la herida que más escuece al PP en Benidorm. «No podéis perder un voto, y menos un Ayuntamiento, por la división», declamó ante un foro que, salvo sorpresas, vota PP. Y a modo de moraleja concluyó: «Quienes dividen y separan no tienen perdón. El 22 hay que ganar con Manuel Pérez Fenollar (sic)», a quien aseguró respaldar tanto si, a la vista de los resultados del domingo, decide pactar con Amor como si no lo hace.

Momentos antes de la comida, el parlamentario fue recibido en la sede del PP de la Plaza Triangular donde el candidato, acompañado del resto de la cohorte popular, le mostró las instalaciones y le instó a escribir un mensaje que después, como ha ocurrido con otros visitantes y militantes de peso del partido, luce en una de las paredes de las oficinas. Y Mayor Oreja escribió: «Constituye un honor para mí participar en el arranque de la campaña...» Y los hubo que, superado ya el ecuador de la contienda, se preguntaron: ¿arranque?