El día grande de las Fiestas del Captivador de La Nucía reunieron ayer por la mañana en la ermita de Sant Vicent a los tres alcaldes de las localidades implicadas en la fiesta: Andrés Ripoll, primer edil de Altea; Vicente Arques, de l'Alfàs del Pi y Bernabé Cano, alcalde de La Nucía, así como a numerosos concejales y vecinos de las tres poblaciones de la Marina Baixa, cuyos términos municipales concurren en las inmediaciones de esta ermita. A pesar de la lluvia, todos los actos programados en el día grande del santo pudieron celebrarse con normalidad, por lo que las fiestas, que se han prolongado durante todo el fin de semana, no se vieron empañadas lo más mínimo.

El día de Sant Vicent arrancó con la romería de traslado de la imagen del santo desde el Centro de Educación Medioambiental hasta la ermita de Sant Vicent a las 11.30, justo cuando paró la lluvia. A continuación se realizó la misa en honor al santo en la Ermita de Cautivador y, a su finalización, actuó el grupo de Dances de Pedreguer en el Centro de Educación Medioambiental (CEM) del Captivador, a cubierto, al estar toda la plaza de la ermita mojada y con riesgo de nuevas lluvias. La jornada festiva se prolongó durante toda la jornada con otros actos de conmemoración al santo, mientras que a lo largo del fin de semana también se han compatibilizado las actividades más tradicionales y religiosas con otras deportivas, juegos infantiles, festival de rock, etcétera.

Historia y genealogía, en un libro

El CEM del Captivador también acogió durante la mañana de ayer la presentación del libro "Genealogies de les familias del Captivador y Carbonera", de José Soler. En el acto además del propio autor, también intervinieron los primeros ediles de los tres municipios, para presentar la minuciosa investigación histórica que trata de aportar luz sobre las familias procedentes de estas pedanías.

En la obra, de gran formato y realizada a iniciativa de la Associació Segon Centenari, constituida en 2010, se representan los árboles genealógicos de las familias del Captivador y Carbonera, pedanías que durante muchos años contaron con un importante número de vecinos e incluso el Captivador llegó a tener escuela unitaria, hasta que con el paso del tiempo la mayoría de las familias se fueron a vivir a Altea, l'Alfàs o La Nucía.