Vecinos y comerciantes de la céntrica calle Colón de La Vila Joiosa exigen la reparación inmediata de los vertidos de aguas fecales que se vienen produciendo de forma continuada en la vía, la más comercial de la localidad, desde hace casi medio año, según lamentan los afectados. Ayer mismo se producía el último vertido, aunque desde el Ayuntamiento aseguraron que estaba "retirado en diez o quince minutos", pues es tal la magnitud del problema que hay un operativo especial de Aquagest encargado de achicar agua cuando esto se produce, según informaron fuentes municipales. "Se trata de que los vecinos y los comerciantes lo noten lo menos posible", indicaron.

Los afectados piden que se realice un trabajo "rápido", ya que llevan cerca de seis meses soportando malos olores y otras molestias derivadas de las obras de reparación, como los cortes de tráfico y "el ruido constante de las bombas que achican las aguas fecales".

El problema surgió hace casi seis meses, denuncian los vecinos, cuando unas obras realizadas por una empresa privada provocaron la obstrucción de parte de las tuberías del alcantarillado de esta calle. Una mercantil estaba realizando trabajos de cimentación cuando el hormigón invadió el alcantarillado provocando tapones, lo que obligó a colocar unas bombas auxiliares de achique en diferentes puntos de la vía "para poder evacuar las aguas fecales que no circulan debidamente", explicaron desde el Ayuntamiento. Hace 60 días, según el gobierno local, se iniciaron los trabajos de reparación, que lleva a cabo Aquagest aunque serán sufragados por la empresa responsable del taponamiento.

Los propietarios de negocios lamentan la pérdida de ventas que sufren sus comercios desde la avería y aunque éstas son difíciles de cuantificar, todos coinciden en que "se nota, sí que se nota", pues "la calle está cortada de lunes a viernes, de ocho a cinco de la tarde", explicaba uno de los comerciantes. Un restaurante, dos bares, tiendas de ropa, zapaterías, una sucursal bancaria, una juguetería, dos ópticas, una librería, son sólo algunos de los comercios que se han visto afectados por este problema que sigue sin subsanarse de forma definitiva pese a que el alcalde vilero anunció el pasado marzo que la reparación acabaría en una semana. Ayer, fuentes municipales indicaron que estarán terminados "la próxima semana".

Los afectados critican la pasividad del Ayuntamiento y la lentitud de los trabajos que para los afectados se eternizan. Fuentes municipales explicaron que "las tuberías en la calle Colón están a 5 ó 6 metros de profundidad y han tenido que traer una máquina de fuera" para llegar hasta ellas. Según señalaron, "se ha optado por esta opción para no tener que levantar la calle". Sin embargo, muchos vecinos consideran que "lo lógico habría sido localizar el problema, cerrar la calle, hacer un agujero y solucionarlo, nos habrían molestado un mes pero ya está". La impresión de los afectados es de que "no van a terminar en la vida".

Por otra parte, las obras están ocasionando otras molestias en algunas viviendas, además de los consabidos malos olores y ruidos. "Se produce algún tipo de vacío" en la conducción que "hace que el polvo de la obra salga por el inodoro de mi casa", explicó uno de los residentes que ya lo ha denunciado ante la Policía Local y que se ve afectado por partida doble pues además tiene un comercio en la misma calle: "Son muchos meses así" y "esto ya no hay quién lo aguante".

DOS PROBLEMAS EN EL MISMO PUNTO

A estos vertidos se suman las inundaciones de la calle Barranquet

A los vertidos de aguas fecales de la calle Colón, se suman las continuas inundaciones de la calle Barranquet en su cruce con esa misma vía. En ese punto, cada vez que llueve, se producen encharcamientos y el desbordamiento del alcantarillado, también con vertidos de fecales al exterior. El equipo de gobierno ya ha anunciado la ejecución de un nuevo colector de aguas pluviales cuyas obras está previsto que comiencen en las próximas semanas, para solucionar el problema. Estas supondrán una inversión de 3,7 millones con un plazo de ejecución de 14 meses. El canal discurrirá bajo la antigua N-332 desde la calle Ibiza hasta la plaza de la Generalitat y acabará en el río Amadorio, tendrá una longitud de más de 800 metros y un diámetro de más de un metro y permitirá evacuar 9 m3 por segundo.

El concejal de la oposición, José Ramón Arribas acusa al equipo de gobierno de "intentar engañar a los ciudadanos" y critica la falta de planificación municipal pues "acaban de invertir más de 580.000 euros en la calle Barranquet y ahora tienen que volver a levantar la calle". El edil cuestionó además "cómo es posible que haya vertidos de aguas fecales cuando llueve si las aguas fecales y las pluviales no van por las mismas conducciones". En este sentido, Arribas alertó de que "la red del municipio se ha quedado obsoleta" y explicó que en gran parte todavía es de "fibrocemento", un material "ya obsoleto" que quizás haya podido deteriorarse hasta provocar que los caudales de "ambas conducciones se mezclen". Para los socialistas, la solución pasaría por "elaborar un estudio a través de un Plan Director que dijera en qué situación se encuentra nuestra red y a partir de ahí actuar" para no crear "cuellos de botella luego, cuando unan los tubos de la red nueva con los viejos".