Ayer se cumplían 500 días desde que una moción de censura convirtió a Agustín Navarro en alcalde de Benidorm. Pero no hubo lugar para celebraciones. Fue, en cambio, una jornada de nervios, de muchos nervios. El concejal tránsfuga José Bañuls, el hombre que le dio la Alcaldía a Navarro el 22 de septiembre de 2009 tras desertar del PP, desapareció ayer del Ayuntamiento y provocó una crisis política de consecuencias impredecibles. Con su huida, Bañuls escenificó su indignación por la férrea negativa del PSOE a incluirle en la lista para las próximas elecciones municipales que encabezará como independiente el actual alcalde. Lo hizo a tan sólo 24 horas de que los socialistas locales aprueben esa lista en una asamblea que se celebrará esta noche y que no será precisamente tranquila. Hoy, no obstante, ya se ha podido ver a este concejal por su despacho. Además, se sabe que ha renegociado con el partido para salvar este estado de incertidumbre, aunque todavía se desconoce en qué ha consistido. Aunque se apunta hacia cierta paz entre las partes, según fuentes cercanas al caso.

La maniobra practicada por Bañuls fue un aviso a navegantes, porque no es la primera vez que la hace. Hace dos años, el concejal también "desapareció" del Consistorio iniciando así el proceso que acabó por llevarle a romper con el PP y a apoyar a los ediles ahora ex socialistas que componen el ejecutivo local. Y ayer repitió operación: además de encontrarse en paradero desconocido, el edil tránsfuga no atendió llamadas telefónicas (este diario intentó en reiteradas ocasiones contactar con él sin éxito) y no firmó la convocatoria de la comisión de Régimen Interior que él mismo preside. Ni estaba ni se le esperaba en su despacho. Y había anulado varios actos de su agenda. Eso sí, en un grupo mediático afín que Bañuls siempre ha utilizado para sus actuaciones políticas más estridentes, "fuentes de su entorno" aseguraron que baraja incluso renunciar a su acta de concejal y abrir así la puerta a que ingrese en la corporación la número 15 de la lista del PP, lo que dejaría en minoría al ejecutivo. Bañuls se queja de que Navarro ha incumplido su compromiso de incluirlo en la lista cuando pactaron la moción de censura.

De cualquier forma, el PSOE se mantiene firme. Todas las direcciones del partido -la federal, la nacional y la local- insistieron de forma taxativa en que Bañuls no será aceptado en la lista. Pase lo que pase. Los socialistas consideran que al aún primer teniente de alcalde ya se la ha dado todo lo que se le tenía que dar, tanto en lo que se refiere a los departamentos municipales que ahora dirige como al hecho de que el propio Navarro haya asegurado su futuro prometiéndole un cargo municipal si el PSOE gana las elecciones.

Eso sí, ayer había caras largas y mucha inquietud entre los socialistas de Benidorm, que de hecho aplazaron a hoy viernes la ejecutiva que debían celebrar ayer para cerrar la lista. También suprimieron una reunión para preparar una visita del partido a un barrio de Benidorm que debía tener lugar el sábado y que a su vez también fue anulada.

Por su parte, Navarro optó por negar la mayor. Dijo que "el funcionamiento del Ayuntamiento continúa con normalidad" y aseguró haber hablado por teléfono con Bañuls para preguntarle si asistía a la Gala del Deporte que se celebró anoche. La presencia del edil tránsfuga en ese acto podía haber disipado los tambores de guerra. Pero Bañuls no apareció. Otras fuentes del gobierno local se limitaron a apreciar que "si quiere meditar su futuro político, que lo haga".