El proyecto para prolongar el Paseo de Poniente hasta el de Tamarindos propone cerrar al tráfico la primera línea de playa en la zona de La Cala. Así lo ha explicado a este diario el arquitecto de la obra, Carlos Ferrater, quien como ya ocurriera con la primera fase de este paseo, firma junto a Xavier Martí el proyecto que se ha entregado al Ministerio de Medio Ambiente y que está aún pendiente de recibir financiación. El objetivo es que la playa quede libre de coches y, de esta manera, poder ganar todo el espacio de la actual avenida de Vicente Llorca Alós para el uso peatonal y de ocio, siguiendo el modelo ya implantado en la zona de Levante.

De esta manera, la circulación en la primera línea de La Cala quedaría únicamente permitida a vehículos de emergencia o de servicios, así como para los residentes, mientras que el resto del tráfico rodado se desviaría por la segunda línea, creando zonas de aparcamiento para facilitar el acceso a la playa y a los establecimientos de la zona, tal y como manifestó el arquitecto.

La limitación del acceso rodado responde al hecho de que la segunda fase de este paseo proyecta intervenir sobre el actual paseo en sí, pero también sobre las calles perpendiculares que desembocan en la playa, como las del Murtal, Vigo, Vinarós, L'Alfàs del Pi, D'Algues. En este sentido, Carlos Ferrater manifestó que el objetivo es "integrar la estructura urbana de las calles que van a morir hacia la playa, colonizando y entrando en embudo hacia cada una de ellas, como un paseo-parque donde se elimina la circulación y donde se crean unos embudos curvos que succionan a la gente y acerca las segundas y terceras filas hacia la playa". El arquitecto también destacó que en esta segunda fase, tal y como ha sido en la primera, "se hará un paseo nuevo, que aún no se ha hecho en el mundo, y además tendrá una característica muy especial: bueno, bonito y barato, porque no hay que salvar desniveles ni construir tantas estructuras como en el primero, pero sí construirá un mundo, un imaginario muy interesante".

Los mismos criterios formales

Esta ampliación mantendrá, en sus 2,3 kilómetros de longitud, los mismos criterios formales que en la primera fase ya ejecutada, tales como el color, los pavimentos y la combinación del cemento blanco con la cerámica y, al no existir el desnivel que hubo que salvar con el primer tramo de Poniente, permitirá, según el arquitecto, una continuidad "más natural y muy orgánica". Ferrater manifestó que el diseño "ha gustado mucho a quienes ya lo han visto, incluso en el Ministerio" -de quien depende la financiación para poder llevar a cabo la obra- y expresó su deseo de que sera una realidad "muy pronto".

Disparidad entre los vecinos

El plan para peatonalizar toda la primera línea de La Cala ha generado diversas opiniones entre los vecinos y pequeños empresarios de la zona. Aunque unos y otros coinciden en que la reforma de esta zona es "muy necesaria" para dar un impulso a La Cala, las dudas sobre los beneficios o no de restringir el tráfico fueron ayer la tónica general entre las personas consultadas por este diario.

Alicia, una mujer de mediana edad que pasea diariamente por esta zona y que además reside en La Cala, fue la que más claramente se posicionó a favor de la supresión del tráfico. "Es lo que muchos vecinos deseamos porque, aunque esta zona ya es de por sí una de las más tranquilas de Benidorm, en verano se colapsa mucho de tráfico y pierde buena parte de su encanto". Por ello, apoyó esta iniciativa y dijo confiar en que "se haga al cien por cien".

Opinión distinta tiene los pequeños empresarios de la primera línea, como Valentina, responsable de pizzería "Bon Sol", que cree que "una de las cosas más positivas de esta zona es que la gente puede llegar con su coche y aparcar con facilidad. Si en invierno ya esta zona está casi desierta y, además, ahora quitan el tráfico, puede ser que haya gente que opte por no venir hasta aquí y quedarse en el centro". Por eso, dijo estar en contra de la peatonalización total. Y, en el término medio, se manifestó Pilar, que junto a su marido regenta el restaurante "Vimi". "Un buen paseo es lo que nos hace falta desde hace tiempo, para lavar la cara de La Cala y como estímulo para su promoción", señaló, para a continuación también recalcó: "Para dejar la primera línea sin coches es necesario que antes se haga un buen trabajo de crear aparcamiento y se mejoren las comunicaciones y el transporte urbano, para seguir facilitando que la gente llegue bien y con comodidad a La Cala y la medida no perjudique a los pequeños empresarios".