Altea vivió ayer el arranque de sus fiestas de Moros y Cristianos y del Santísimo Cristo, que se prolongarán hasta el próximo martes y que este año se caracterizan por la reducción de festeros debido a la crisis. A las cinco de la tarde, la comisión del Cristo del Sagrario, y las reinas de fiestas y sus damas de honor recorrieron distintas calles de la población con la tradicional Entrà de la Murta, en la que repartieron pequeños objetos, dulces, serpentinas, y confeti. A las nueve de la noche y por primera vez en Altea, una mujer en solitario ofreció el pregón de fiestas desde el balcón del Ayuntamiento: Paqui Aznar Ripoll, que fue también la primera reina cristiana de estas fiestas en el año 1994.

Los mayorales y mayoralas, y las reinas y sus damas vestidas de alteana, iniciaron en el Palau Altea la Entrà de la Murta con un gran despliegue de caballos de doma y coches antiguos. Por primera vez, participaron representantes de once nacionalidades distintas de Europa y Sudamérica, "para que se integren en nuestra fiesta", según afirmó el clavario del Cristo, Miguel Moragues. Las reinas de fiestas, Ana Ortuño y Mª José Alcaraz, desfilaron sobre una calesa engalanada, desde donde lanzaban obsequios e invitaban a los alteanos a participar plenamente de estos festejos.

La comitiva estuvo acompañada por la música de la dolçaina i el tabalet, de un grupo de batukada y de la banda de música. Tras más de tres horas recorriendo las principales calles del pueblo, al filo de las 20.30 horas se iniciaba en la calle Filarmónica la entrada de las bandas de música que estarán los próximos cuatro días en las cábilas y cuarteles de Moros y Cristianos.

Posteriormente, a las 21 horas, se imponían las banderolas a los estandartes de las 20 filaes que integran la Associació de Moros i Cristians Sant Blai, y acto seguido Paqui Aznar ofrecía el pregón de fiestas desde el balcón del Ayuntamiento.

Tras recordar los inicios de la fiesta en 1979 y contar sus vivencias personales, con un emotivo recuerdo a su hermano fallecido, que también fue el primer rey moro en 1980, la pregonera se refirió a la totalidad de los festeros como parte importante "para aportar nuestro grano de arena mientras podamos, ayudando a crear la historia de nuestras fiestas de Moros y Cristianos".

La pregonera, conocida popularmente en Altea como "la rellotgera", dijo que se sentía "una privilegiada como festera por realizar el pregón y haber tenido el cargo de reina". Un emotivo discurso que fue seguido por cientos de alteanos y altenanas que no quisieron perderse el arranque oficial de los festejos de Altea. Ya por la noche, a la 1 de la madrugada, se celebraron las "entraetes" desde la Plaça de la Creu hasta la calle Garganes.

Hoy, Embajada y Entrada Mora

Las fiestas de Altea se prolongarán hasta el próximo martes y hoy vivirán una de sus jornadas más intensas. A las ocho de la mañana, la fiesta arrancará con una sonora despertà, que al mediodía dará paso a la Embajada mora, el Alardo y la Rendición cristiana. A las 20 horas, tendrá lugar la Entrada Mora.