Miembros del Tribunal de las Aguas de Valencia visitaron ayer por primera vez Finestrat para difundir la historia y labor de esta institución, declarada en octubre de 2009 Patrimonio de la Humanidad, tras haber sido invitados por el alcalde para conocer la localidad durante sus fiestas patronales. Su llegada institucional se produjo a las doce del mediodía en el Consistorio finestratense, donde llegaron acompañados por casi la totalidad del equipo de gobierno local y representantes de la Comunidad de Regantes "Los Molinos" de Finestrat, y donde fueron recibidos por el primer edil, Honorato Algado. Una vez allí, el Síndic de la Acequia de Mislata y miembro del Tribunal, José Suay, firmó en nombre de toda la institución en el Libro de Honor, tras lo cual recibió el blusón tradicional de los festeros finestratenses, con el escudo del municipio bordado, que guarda cierto parecido con el que visten durante las sesiones de cada jueves a las puertas de la Catedral de Valencia.

Por su parte, los miembros del Tribunal, entre los que se encontraba su ex presidente, Ricardo Berenguer, entregaron al alcalde la edición más reciente de la historia antigua y moderna de la milenaria institución. Y es que, según reconoció Berenguer, desde que el Tribunal de las Aguas fuera declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO la institución, que apenas salía de Valencia, ha comenzado a desplazarse con más frecuencia a otros lugares del territorio autonómico para difundir su labor y hacerla también "patrimonio de la Comunidad". Aun así, reconoció que esta visita era "más por devoción que por obligación", y que quedaron "gratamente sorprendidos de la acogida y del entorno del municipio", primero que visitan en la Marina Baixa, y al que seguirá Benidorm, pues su estancia en la comarca será de tres días.

Tras la visita, el alcalde acompañó a los síndicos por el casco histórico, tras lo cual almorzaron en una de las 40 barracas que participan en los festejos, y presidieron junto al alcalde el disparo de una "mascletà" desde el parque la Font de Carré.

Desfile del humor y "poalà"

Por otra parte, vecinos y veraneantes continuaron ayer disfrutando de los actos de las fiestas patronales, cuyos protagonistas fueron la "poalà" o baldeo y el desfile del humor. Como otros años, la "poalà", realizada en la calle Fonteta, atrajo principalmente a los más pequeños. Ya en la tarde, niños y mayores comenzaron a prepararse para participar en el desfile del humor, en el que parodiaron diversos temas de actualidad. En el desfile participaron más de 500 personas, y comenzó pasadas las 21 horas. La pintoresca comitiva partió desde el Raval y recorrió la avenida Benidorm y la calle Fonteta hasta terminar en la plaza de la Unió Europea. La noche la cerraría, a partir de las cuatro de la madrugada, la gran "cordà" en la calle Serra Cortina.

Hoy, último día de las fiestas, y tras la subida del Cristo a la Ermita, tendrá lugar en la plaza de la Unió Europea la hoguera de San Bartolomé. Una tradición rescatada después de más de 30 años sin celebrarse en la que los festeros, como despedida, quemarán enseres que ya no quieren.