Al grito de "soy inocente" abandonó ayer Cano la prisión de Villena. Segundos antes de entrar en el coche con sus familiares para ser conducido a Polop, el ex regidor miró a la prensa y gritó: "soy inocente, ocho meses de cautevio injusto, soy inocente". Y se dirigió a sus allegados, a los que dijo: "esto ya se ha acabado". Una vez en el vehículo y ante la nube de periodistas que se agolparon en el coche, Cano bajó la ventanilla para pedir que se encuentre a los culpables "porque yo soy el primer interesado, quizás más que otros, en que se detenga a los verdaderos culpables". Preguntado por su puesta en libertad y si le ha sorprendido, Cano dijo estar contento y que se enteró el miércoles. Respecto a cómo ha vivido estos ocho meses, el ex alcalde polopino afirmó que, pese al buen trato de los funcionarios, "ha sido humillante" y añadió que su paso por la prisión lo considera "ocho meses de cautiverio injusto". Respecto a su futuro en Polop -aunque su libertad es provisional- afirmó que vuelve a su pueblo, "a empezar una nueva vida, a trabajar, y a colaborar en todo lo que pueda para que se descubra a los que de verdad tienen que estar en prisión".