A tres metros de profundidad y en una inmensa capilla marina llamada Mediterráneo, los compromisos deben sonar como más solemnes. Violeta Petrova y Zdravko Baychev, ambos de origen bulgaro y residentes en Moraira, se dieron hace unos días el "sí, quiero" bajo el agua, en la playa de l'Ampolla. La ceremonia fue de las clásicas. Ella iba vestida de blanco y con velo y hasta llevaba un ramo de flores. Él lució el inevitable smoking. Él llevaba un cartel que rezaba "¿te casas conmigo?", y ella, otro para responder que "sí". Bajo el agua se pusieron las alianzas y por unos segundos contuvieron la respiración para darse un apasionado beso.

La boda submarina la organizó el centro de buceo Mermaid Diving de Moraira, que ha incorporado estos originales enlaces a su oferta de actividades náuticas. La pareja no quería que su boda fuera una más. De ahí que se pusiera en contacto con el gerente del centro de buceo, Jacob Shekrel, al enterarse de que éste y su esposa contrajeron matrimonio en el mar Rojo.

"Nosotros nos casamos hace cinco años entre delfines y conservamos el vídeo de boda, así como el traje de novia especial para sumergirse en el mar", relató ayer Shekrel. La mujer de Jacob, Edna Shekrel, le prestó el vestido de novia a Violeta Petrova. Las damas de honor de la ceremonia de la playa de l'Ampolla fueron Agam, hija de Jacob y Edna, y Antonieta, hija de los novios. Ambas niñas tienen 21 meses e iban enfundadas en un traje de neopreno.

Los novios estuvieron acompañados por dos instructores de buceo. De hecho, su boda también fue su bautismo de mar. Se zambulleron como novios y volvieron a la superficie convertidos en matrimonio. Numerosos bañistas fueron testigos del enlace submarino. La pareja, según avanzó el gerente del centro de buceo, oficiará dentro de un mes la boda civil en Moraira, pero, primero, quisieron unirse en matrimonio bajo el agua. Las bodas submarinas pueden ponerse de moda. La concejalía de Fomento de Teulada-Moraira dejó claro ayer que apoya todas las actividades que estén relacionadas con el mar y la promoción turística. El pasado mes de junio unos jóvenes discapacitados del centro Maite Boronat de Calp recibieron su bautismo de mar.