Varios trabajadores de la empresa Llorente Bus, adjudicataria del servicio de transporte público de autobuses urbanos de Benidorm, Altea, Finestrat y La Vila Joiosa, se han concentrado en las inmediaciones de la sede que la empresa tiene en el polígono industrial de Finestrat para protestar sobre "los últimos despidos que se han producido durante el último mes", así como "del servicio deficiente" que la empresa está ofreciendo, "sobre todo en Benidorm, que repercute no sólo en los usuarios sino en los trabajadores, que trabajan con miedo, con unas condiciones laborales de explotación que muchos aceptan por miedo a ser despedidos", según explicó ayer David Goy, sindicalista de CCOO.

Goy afirmó que desde hace tiempo "la persecución por ideologías derivadas de afinidades sindicalistas, y el miedo entre la plantilla a ser despedidos a la primera de cambio, ha hecho que los trabajadores de la empresa estén aceptando unas condiciones laborales que vulneran sus derechos, muchas de ellas afectando directamente a la salud laboral en la que trabajan". Como muestra, Goy ejemplificó las argumentaciones dadas por la empresa para despedir a cinco trabajadores durante el último mes, "utilizando argumentos como el de hurto o robo por encontrar a algún pasajero sin billete en el autobús", o situaciones parecidas. "No sería de extrañar que como cabecilla de las movilizaciones estuviera en la calle la próxima semana", añadió el representante de CCOO, que anunció que tras la concentración de ayer, están organizando movilizaciones la próxima semana para repartir, en las paradas de autobús de Benidorm y otras localidades de la comarca "hojas informativas a los viajeros sobre la situación que padecemos, y comprendan la crispación que algunos muestran durante el servicio".

Por su parte, la empresa rehusó hacer manifestaciones sobre este asunto.