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Los arqueológicos han descubierto restos óseos humanos muy bien conservados, que podrían corresponder a los de un niño, en las excavaciones que se realizan en la antigua villa romana del Albir, ubicada en la localidad alicantina de Alfaz del Pi.

Fuentes municipales han indicado hoy que la tumba infantil ha sido hallada recientemente en una zona próxima a otros enterramientos localizados en la campaña anterior.

Los análisis preliminares desvelan que los restos óseos podrían pertenecer a un menor de entre 10 y 12 años, aunque, según las mismas fuentes, esos datos deberán confirmarse una vez realizado el estudio antropológico.

Los restos óseos están depositado en una fosa excavada en un pavimento, en posición decúbito supino, con los brazos dispuestos en paralelo al cuerpo.

No se ha descubierto ningún elemento de ajuar o de la vestimenta del cadáver, y los restos óseos están en muy buen estado de conservación, lo que permite apreciar los detalles de su anatomía.

El año pasado, el equipo de restauradores y arqueólogos descubrió una fosa de inhumación vacía y el enterramiento dentro de un ánfora de un bebé, por lo que no se descarta hallar más restos óseos en las proximidades.

La cronología del enterramiento está aún por determinar, pero esta pequeña necrópolis, situada en un patio de la villa, se debió configurar cuando la vivienda ya no estaba habitada.

La documentación gráfica de la necrópolis se realiza a partir de aplicaciones informáticas que, mediante la fotogrametría, posibilitan efectuar reconstrucciones virtuales de los enterramientos.

Este trabajo se desarrolla dentro del Máster de Arqueología Profesional y Gestión del Patrimonio impartido en la Universidad de Alicante (UA).

Según el alcalde de Alfaz del Pi, Vicente Arques, "la villa romana del Albir constituye una zona arqueológica de gran valor y está llamada a ser uno de los referentes culturales del municipio en los próximos años".

Este nuevo "relevante hallazgo" se produce dentro de la tercera campaña de excavaciones del yacimiento, que está proporcionando nuevos datos acerca de la extensión de las termas y del nivel social y económico del propietario de la villa, pues se han localizados varios fragmentos de mármol empleados en la decoración de paredes y suelos.

La villa se sitúa entre los siglos IV y V de nuestra era y hasta el momento sólo se ha descubierto un 12% de la zona.