La titular del juzgado de instrucción número 2 de Dénia ordenó ayer el ingreso provisional, comunicada y sin fianza de Francisco Javier R., el hombre que presuntamente asesinó a su compañero sentimental (Rafael C.) en la madrugada del sábado en Xàbia. El supuesto homicida pasó a disposición judicial a las 11.30 horas. Al entrar al Palacio de Justicia se cubrió con ambas manos el rostro.

Ante la juez confesó que había matado a su pareja en un acceso de celos. Afirmó que estaba fuera de sí cuando intentó primero estrangular a su compañero y luego le asestó hasta 12 puñaladas.

La juez, tras el interrogatorio, ordenó el traslado a prisión de Francisco Javier R., quien está imputado por un delito de asesinato, cuyo móvil fue pasional, según confirmó ayer el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, que también precisó que no había denuncias por agresiones anteriores.

El presunto homicida, que es natural de Gata de Gorgos, ya estuvo en la cárcel hace unos meses. Salió en abril y, entonces, reanudó su relación con la víctima. Vivían juntos desde hacía pocas semanas en una vivienda de los padres de Rafael C.

La condena que cumplió Francisco Javier R. fue por delito ambiental al prender fuego a un monte de Sagra en agosto del pasado año. Los bomberos, al acudir a extinguir el incendio, que arrasó seis hectáreas, lo encontraron inconsciente tras haber inhalado mucho humo. Provocó varios focos de fuego y luego se vio rodeado por las llamas. Mientras se restablecía en el hospital comarcal, estaba custodiado por agentes de la Guardia Civil. Cuando ocurrieron estos hechos, ya mantenía una relación con quien ahora se ha convertido en su víctima. Al parecer, el presunto homicida ya en otras ocasiones se había mostrado extremadamente celoso.

Este crimen ha provocado gran consternación en Xàbia. Rafael C., de 30 años de edad, era una persona muy conocida en el municipio. Trabajaba de conserje en el pabellón de deportes.

El presunto asesino ya confesó el crimen a las pocas horas de cometerlo. Llamó al servicio de emergencias cuando se encontraba en el cabo de Sant Antoni y afirmaba que se iba a tirar por un acantilado porque había matado a su compañero sentimental. La Guardia Civil acudió a la vivienda donde convivían ambos jóvenes y donde también reside la familia del finado. Los agentes encontraron el cadáver en la habitación sobre la cama.