Las fiestas del fuego de Benidorm ya están aquí. Las cuatro hogueras que conforman las fiestas en honor a San Juan vivieron ayer el primero de los días grandes de esta celebración que marca el comienzo del verano. Cerca de 300 personas participaron de la Ofrenda que marca el comienzo de unos intensas jornadas que finalizarán en la noche del miércoles con la quema de los monumentos.

Con las últimas horas de la tarde, los miembros de La Cala, El Campo, Bali-Entre Calas y El Mercat, las cuatro comisiones que participan de estas fiestas, comenzaron a reunirse en la calle Tomás Ortuño, punto de partida del cortejo inaugural de las hogueras. La romería por las calles más céntricas de la ciudad se inició, tal y como estaba previsto, a las siete de la tarde. Como acto tradicional que es, el esquema de la Ofrenda no ofreció novedades sustanciales, siendo el gran aliciente observar el paso de las damas de las cuatro hogueras, los presidentes de cada comisión y, como no, las bellezas mayores e infantiles encabezando ramo en mano el paso de los festeros.

El punto final del desfile se llevó hasta la plaza de San Jaime debido a la la rehabilitación de los exteriores de la iglesia de San Jaime y Santa Ana. Allí, en el altar exterior, la imagen del Santo esperaba a los comisionados para que, poco a poco, fueran componiendo el colorido y perfumado mural.

La bienvenida oficial de las fiestas, de la que se debía encargar la primera autoridad local, fue finalmente responsabilidad de la concejal de Fiestas, Cristina Escoda, ya que el alcalde, Agustín Navarro, excusó su presencia por enfermedad. Escoda tomó el relevo para desear a sus conciudadanos, ya con los últimos y débiles rayos de sol bañando la ciudad costera, unas felices fiestas y agradecer a todas las comisiones su gran trabajo para mantener las Hogueras

Concluido el acto oficial, la celebración más lúdica se trasladó a los racós y barracas hasta altas horas de la madrugada.