El Mercado Municipal de Benidorm abrió ayer oficialmente sus puertas con sólo la mitad de sus puestos a pleno rendimiento, lo que deslució en parte el acto inaugural organizado por el Ayuntamiento y que congregó al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, junto al de la Diputación Provincial, José Joaquín Ripoll, además de las conselleras de Turismo y Comercio e Industria.

El edificio, con un presupuesto de 3,8 millones, se levanta en la misma parcela de su antecesor, en la confluencia de las calles Mercado y Tomás Ortuño, y posee una superficie construida destinada al Mercado de 1.636 metros cuadrados, dos accesos -uno por cada calle-, y comunicación directa mediante escaleras y ascensores con el resto de plantas, en las que se ubica un aparcamiento y un supermercado. El número total de puestos asciende a 23 -cuatro carnicerías, tres charcuterías, cuatro pescaderías, una tienda de encurtidos, dos pollerías, cinco fruterías, una floristería, una tienda de frutos secos, otra de calzado y, por último, una cafetería con venta de platos preparados-, de los cuales ayer sólo trece atendían al público y dos ultimaban el montaje para poder abrir en los próximos días, como es el caso de la cafetería. Por contra, toda la parte destinada a la venta de pescado estaba aún cerrada, debido a que aún quedan trabajos pendientes, aunque fuentes municipales indicaron que esperan que la situación, así como la de los puestos aún por adjudicar, se resuelva en breve.

Moderno y a la vanguardia

La distribución y decoración del Mercado se ha realizado con materiales de altas prestaciones, para garantizar la limpieza, durabilidad, nula absorción y estética, con el fin de "dotar a Benidorm de una instalación municipal a la altura de una ciudad a la vanguardia de la arquitectura, el urbanismo y el diseño", según destacó el primer edil, Manuel Pérez Fenoll. Tanto él como el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, destacaron la importancia de este edificio como "punto de encuentro y de compras" de vecinos y turistas, destacando su función de "plaza del pueblo".

El primer edil también hizo referencia a las dificultades en la tramitación: "Aunque muchas veces los caminos son difíciles y sinuosos, vale la pena recorrerlos si se llega a un buen fin". Por su parte, el presidente de la Generalitat destacó el liderazgo de Benidorm como "motor de empleo, prosperidad y progreso" y definió la ciudad como la "capital de España de la alegría y la ilusión".

Desde la oposición recordaron que las obras han sido sufragadas íntegramente por el Ayuntamiento.