La Guardia Civil de Calpe ha detenido esta semana a diez ciudadanos de nacionalidad rumana, entre ellos un menor, acusados de pertenecer a un grupo organizado que se dedicaba al robo de cobre, maquinaria, herramientas, carburante y otros materiales en las comarcas de la Marina Baixa y la Marina Alta, según informó ayer la Guardia Civil en un comunicado. Los arrestados son los autores de la sustracción de 120 kilogramos de cableado de cobre y un transformador eléctrico de la Comunidad de Regantes de La Vila, hechos que se produjeron la pasada semana y que causaron graves daños en el sistema de riego, cifrados en unos 30.000 euros, y que provocaron además la pérdida de parte de la cosecha de cítricos afectando a más de 8.000 árboles.

La denominada "Operación Gasoil" inició sus primeras investigaciones en mayo, cuando comenzaron a producirse los robos en la zona norte de la provincia, causando importantes destrozos en bienes e inmuebles de casas de campo y naves industriales. Se trata de un "grupo perfectamente organizado y preparado para delinquir, donde cada uno tenía una tarea específica". Los pasados 19, 20 y 21 de agosto se procedió a efectuar la redada que se saldó con diez detenidos, nueve hombres y una mujer, de entre 23 y 41 años de edad, a excepción de uno de ellos que es menor de edad. Entre todos, acumulan varias acusaciones de delitos de robo con fuerza, asociación ilícita y prostitución de menores.

Según explica la Guardia Civil en su comunicado, unos se dedicaban al robo de carburante para su venta, mientras otros se encargaban de robar el material que después vendían a empresas de chatarra de Finestrat y Oliva, de las que han obtenido un beneficio de más de 9.000 euros. Por otro lado, dos de los miembros tenían a su cargo a una menor a la que obligaban a ejercer la prostitución y otros tenían como misión el hurto de tabaco para su venta entre compatriotas y en clubes de alterne.

Los efectivos realizaron además cinco registros domiciliarios en las localidades de Benissa y Pego, donde fueron intervenidos "250 kilogramos de cable de cobre, cuatro pistolas de fogueo y una carabina de aire comprimido, una furgoneta y dos turismos empleados para la comisión de los hechos delictivos" y otros efectos procedentes de los robos, como "dos soldadores eléctricos, cinco taladores, dos compresores, dos motosierras, un grupo electrógeno y dos radiales", que alcanzan un valor de 60.000 euros.

El valor de los daños producidos para poder robar el material mencionado suma los 100.000 euros.