El sueño europeo, más cerca de convertirse en realidad. El Mar Alicante se impuso ayer con solvencia (28-22) al Lugi Lund, remontó los dos goles de ventaja que logró el conjunto sueco en la ida de las semifinales (24-22) y consiguió, con total merecimiento, un brillante billete para la final de la Recopa de Europa.

La decisiva actuación de Linda Pradel entre los palos de la portería alicantina y el poderío ofensivo de la auténtica brújula del Mar Alicante en ataque, Isabel Ortuño, que concluyó el encuentro con once tantos en su cuenta personal, se erigieron como las principales claves de la histórica victoria del conjunto de Ángel Sandoval en su aventura europea.

El encuentro evidenció desde su inicio la igualdad que se presumía entre ambos equipos. De hecho, a falta de cinto minutos para el descanso, el marcador exhibía un empate a nueve tantos. El Mar Alicante, obligado a vencer por una diferencia de al menos dos goles, no consiguió deshacerse de los nervios y la precipitación en la fase de arraque hasta bien avanzada la primera parte. En los avances iniciales, el cuadro local anduvo a remolque del Lugi, que se bastaba de una intensa defensa y de su acierto en ataque para llevar el ritmo del encuentro. Sin embargo, las diferencias en el marcador en ningún momento llevaron a las alicantinas al borde del abismo. La máxima ventaja del cuadro visitante llegó al borde del minuto cinco, cuando las suecas se adelantaron 1-3.

La igualdad inicial se mantuvo hasta la recta final del primer acto. Entonces, se comenzó a ver al mejor Mar Alicante. La intensidad en la parte de atrás y un exquisito tino de Isa Ortuño cara a la portería sueca permitieron que el conjunto de Ángel Sandoval regresase a vestuarios con una ventaja de cuatro goles (13-9), suficiente para conseguir el pase a la final.

Sin embargo, el segundo parcial no arrancó bien para los intereses locales. El equipo sueco, necesitado de un cambio de ritmo, salió al parqué más enérgico y, fruto de esa impetuosa cadencia, logró recortar su desventaja en el electrónico. Fue sólo un espejismo.

Las locales, animadas por una afición entregada a la causa, consiguió recuperar la manija del partido al borde del ecuador de la segunda parte. El paso del tiempo se convirtió en el mejor aliado del Mar Alicante. No obstante, el banquillo local no pudo respirar tranquilo, sin miedo a un último golpe de efecto de las suecas, hasta el tramo final del encuentro, cuando la distancia no dejó de ampliarse. Dos tantos de Lene Tobiasen pusieron cinco arriba a las alicantinas (22-17), a tan sólo doce minutos para el final del choque.

A partir de ahí, la fiesta se instaló en el pabellón, que rememoró los hitos del Calpisa en los últimos años de los ochenta, la edad de oro del balonmano en Alicante.

El marcador, favorable para las alicantinas, fue testigo de dos trayectorias divergentes: el choque se acercaba a su desenlace y, a la vez, las pupilas de Sandoval se alejaban de su rival. Al final, un contundente 28-22. El Mar, que conocerá hoy a su rival (Ferencvaros húngaro o el Metz francés), luchará por conquistar la Recopa de Europa. El sueño sigue muy vivo.

MAR ALICANTE: 28. Pradel, Tobiasen (4), Isabel Ortuño (11, 4p), Cracium (3), Barrios, De Sousa (2), Jovovic (3, 1p), Ángela (1), Laima (4), Núñez y Maestro (ps).

LUGI lund: 22.Kronquvist, Skogsberg (2), Jacobsen (3, 1p), Linnell (5), Adler (5, 3p), Roxa (1), Friberg, Danielsson, Lagerquist (4), Ryde (ps), Lagerstrom (2), Bardis, Ringdahl y Andrejic.

PARCIALES: 1-3, 4-4, 7-7, 8-7, 9-9, 13-9 (descanso), 16-13, 17-15, 18-16, 22-18, 25-21, 28-22 (final). a Cirligeanu y Bejinariu (Rumanía). E EXCLUSIONES: Laima, Núñez, Isabel Ortuño (2), Ángela y Cracium (2), del Mar Alicante; y Jacobsen, Adler y Monti Danielsson (3, acabó expulsada), por el Lugi. P PABELLÓN: Pitiu Rochel, ante unos 1.500 espectadores.