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Santa Pola hace pruebas con un radar para atajar los siniestros en el mar

La Capitanía Marítima y Puertos plantean adquirir para la provincia un sistema que detecte la velocidad de las embarcaciones y permita sancionar

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Pruebas de radar en el Puerto de Santa Pola

Un paso adelante para conseguir un puerto más seguro en Santa Pola. La Capitanía Marítima de Alicante y la Dirección de Puertos de la Generalitat testean en la villa marinera el que podría ser el primer sistema radar móvil en la provincia para controlar la velocidad de las embarcaciones y sancionar a los que superan los tres nudos al entrar al puerto. La pretensión de ambas administraciones es regular mejor la navegabilidad y atajar las quejas de parte del sector náutico, que desde hace tiempo denuncia comportamientos irregulares de algunos patrones de embarcaciones al timonear sobrepasando la velocidad permitida, y generando, así, un oleaje innecesario por el que se han producido incidencias como averías de barcos amarrados. Otra de las misiones es moderar las entradas entre Santa Pola y Tabarca para obtener resultados positivos parecidos a los que se han alcanzado en Ibiza y Formentera desde que se instaló este tipo de cinemómetros, explicaban ayer desde la Inspección de Seguridad de la Capitanía Marítima de Alicante.

Este mecanismo es similar al que se emplea en carretera y durante las pruebas de ayer se demostró que es una de las fórmulas más eficaces para reducir la siniestralidad. Las autoridades portuarias ya han estudiado otras opciones como intensificar la vigilancia de agentes de la Guardia Civil, aunque tendrían que ir desplazándose para cubrir los puertos de la provincia. De igual manera, este equipo portátil también se movería dependiendo de las necesidades en cada puerto y captaría los detalles de una forma intuitiva mediante un sistema láser con cientos de metros de alcance por el día y la noche, tal y como explicaron los técnicos de la empresa que trabaja con estas tecnologías. Asimismo, las autoridades portuarias también recibieron indicaciones de cómo utilizar este sistema por parte de José Sánchez, oficial responsable de la Unidad de Delincuencia Vial de la Policía Local de Elche.

A pesar de lo positivo que resultaría el sistema, todavía no hay una predisposición clara por parte de las distintas administraciones. Este ha sido un primer acercamiento para comprobar qué tipo de homologación tienen estos equipos, que pueden llegar a costar 15.000 euros, así como el tipo de preparación que necesitan los operadores. Los técnicos ya adelantan que el procedimiento para implementar la tecnología es largo, teniendo en cuenta que también se necesitarán medios humanos para utilizar el radar y que la cadena burocrática no se retrase. Tendrán que abrirse expedientes sancionadores de forma rápida, y será necesario personal dedicado a notificar a los interesados y que se les pueda dar audiencia, por lo que sería esencial la figura de un instructor o secretario, indicaba desde el puerto Agustín Lloret, ingeniero técnico del servicio de Explotación de Puertos de la Generalitat.

Sin licencia

Desde el distrito marítimo de Santa Pola entienden que este tipo de controles serían positivos para evitar problemas mayores. Según Enrique Sanmartín, nuevo jefe de distrito, la legislación permite que se puedan manejar embarcaciones de una eslora menor a cinco metros y potencia de 15 caballos sin titulaciones como la de patrón mayor, lo que supone que ciertos navegantes de estos barcos recreativos, la mayoría turistas, no tengan experiencia de navegación ni conozcan las preferencias, un cóctel que puede entrar en conflicto con otras embarcaciones mayores como las tabarqueras, que generan un fuerte oleaje y pueden llegar a desestabilizar a otros más pequeños.

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