Hace 18 años el atentado de la banda terrorista ETA en Santa Pola dejó, en pleno verano, helada a la sociedad española y, sobre todo, a la provincia de Alicante al completo. Los asesinos, con un coche bomba junto a la casa cuartel de la Guardia Civil, segaron la vida del vecino torrevejense Cecilio Gallego y de la pequeña Silvia Martín Santiago, entonces de 6 años de edad. Santa Pola, coincidiendo con esa fatal efeméride, rindió ayer un nuevo homenaje a la menor de la localidad y a su familia, en este caso más especial si cabe. Para ello se procedió a inaugurar un monolito con el que de paso se hacía oficial el cambio de nombre de la plaza de la Diputación por el del nombre de la niña, en la cual, desde entonces, cada 4 de agosto a las 20 horas, se depositan flores en recuerdo de la pequeña y se mira al cielo rememorándola.
La emoción marcó ayer este acto en el que, como ha ocurrido en años anteriores, la familia, junto con la desaparecida Silvia, fueron los protagonistas. Representantes de la Corporación municipal quisieron estar presentes sobre las 19.30 horas, primero para recibir a la familia y, seguidamente, para acompañarla en este profundo acto. Todos aparecieron con mascarilla y tratando de guardar en lo posible las distancias, a pesar de los deseos de todos los presentes de reconfortarse con besos y abrazos en un sentimiento común de cariño. Antes de descubrir el pequeño monolito se procedió a la lectura de dos pequeños discursos.
La primera en tomar la palabra fue la alcaldesa, Loreto Serrano, quien indicó: «Es el homenaje que toca», además de expresar que era «un deseo del pueblo» y del exalcalde Miguel Zaragoza. Serrano también manifestó: «Nuestro ángel está protegiendo a la Guardia Civil y al pueblo de Santa Pola».
Tras los aplausos le tocó el turno a la madre de Silvia, Toñi Santiago, que una vez más reclamó justicia. También agradeció las muestras de cariño, la presencia de vecinos y recordó que la bomba que explotó no llevaba el nombre de su hija, sino que nos podía haber tocado a cualquiera de nosotros. Tanto la alcaldesa como Toñi finalizaron sus alocuciones exclamando «viva España y viva la Guardia Civil».
Posteriormente se descubría el monolito en recuerdo de la pequeña con la siguiente inscripción elegida por la familia: «Mirando al cielo, mi estrella es nuestra luz». Aplausos, lágrimas, así como el himno de España y un minuto de silencio completaron el sencillo pero sentido y breve acto ayer en Santa Pola
La iniciativa de que Silvia Martínez contara con una plaza, además del pabellón deportivo que lleva su nombre en Santa Pola, ya se intentó en el año 2013. No obstante, esta vez, y todo ello pese a la pandemia, sí ha sido posible a raíz de una moción en este sentido de la concejala de Vox Mireia Moya, que la presentó el pasado mes de enero y que salió adelante con total unanimidad por parte de los grupos políticos municipales. En en el último pleno de julio se llevó el expediente administrativo correspondiente y también fue apoyada sin encontrar oposición alguna.
«Después de 18 años ya tocaba. Que nunca se olvide», señalaba Moya, quien rechazaba cualquier protagonismo y ponía más bien el punto de mira en que todas las fuerzas se han puesto de acuerdo y por fin ha salido adelante este humilde gesto del municipio santapolero hacia la familia.
Amigos y vecinos que vivieron aquella tragedia en 2002 quisieron estar al lado de la familia para recordar a sus integrantes que no están solos y que la rabia y el dolor es compartido. Algunos de ellos dejaron flores y peluches, además de mostrar sus respetos a la pequeña y a la familia.
