Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

¿Hay demasiadas tumbonas en Tabarca?

Bañistas creen que las hamacas invaden la playa - El Ayuntamiento de Alicante afirma que hay un 20% menos pero más espaciadas por el covid

Las tumbonas que parecen muy numerosas a algunos vecinos. INFORMAciÓn

En la pequeña bahía de Tabarca, las tumbonas blancas llaman este verano la atención de vecinos y bañistas, que piensan que son demasiadas y que apenas dejan espacio a los que no quieren pagar por este servicio. Hablan de privatización total de la playa. «Si quieres poner tu toalla y tu sombrilla, lo tienes mal. O te pones delante y no dejas espacio para pasear, o detrás, y para ir al agua a bañarte tienes que pasar entre las tumbonas», explicaba ayer una vecina de la isla. «Es una playa muy pequeña para que haya tantas» (pues se apilan dobles e incluso triples unas sobre otras cuando están fuera de uso), señalaba otra residente, que este verano prefiere buscar otros espacios para bañarse en la isla con una menor afluencia que la playa.

La asociación de vecinos de Tabarca, que no ha recibido quejas oficialmente, se ha informado y la empresa concesionaria del servicio «cumple la normativa. Siguen el protocolo marcado, como en cualquier otra playa de Alicante, y los cauces legales. Estamos en una época muy difícil», puntualizaron desde la entidad.

El coronavirus también ha alterado la vida de los isleños, que se vieron con problemas para desplazarse a la península durante la pandemia, y que ahora están asustados, máxime tras detectarse un brote en Santa Pola.

Volviendo a las quejas de algunos vecinos que tienen la impresión de que las hamacas invaden la playa de Tabarca, el Ayuntamiento de Alicante señala que, por el contrario, este verano se han instalado un 20% menos de tumbonas por el covid-19, como se ha hecho también en las demás playas, donde no son tan perceptibles las hamacas al ser más extensas.

«No es cierto que haya una sobreocupación de hamacas. En realidad hay menos que el año pasado pero se han separado más como medida de seguridad. Turisme aconseja dejar una distancia de 1,5 metros entre ellas», señalaron fuentes municipales. Esta playa se ha parcelado, como en Benidorm, al ser muy pequeña y considerarse que podía existir un mayor riesgo de contagio que en otros arenales alicantinos.

Ante las medidas de distanciamiento social a que obligan las autoridades sanitarias, Costas dio la posibilidad a la empresa concesionaria del servicio de sombrillas y hamacas de ampliar el suelo que ocupan de manera gratuita y sin cobrar sobrecostes al Ayuntamiento, siempre que no se supere el límite legal del 50% de la superficie de la playa «y lo cumplen pero con menos hamacas». Desde el Patronato Municipal de Turismo y Playas indicaron que, por su parte, se ha rebajado en un 25% el canon a los concesionarios del servicio en todas las playas para minimizar sus pérdidas por la pandemia y las nuevas medidas de seguridad y distanciamiento, como se ha hecho también con otros negocios como los veladores en el caso de la restauración, de forma similar a las medidas tomadas por la mayoría de ayuntamientos.

Miedo

Pese a estas medidas, en la isla los vecinos están asustados «máxime tras el foco de Santa Pola. Aquí son pocos los que respetan lo de la mascarilla y la higiene por mucho que se advierta», señalaron ayer vecinos de Tabarca. Los residentes llevan varias semanas quejándose del aluvión de visitantes que acuden «a los negocios (restaurantes) autorizados y sin recortar aforo pese a la pandemia», y de la llegada de barcos privados con personas que no guardan la distancia de seguridad ni suelen llevar mascarilla, lo que preocupa en una isla de 72 residentes que no tuvo ningún caso de covid-19 durante la pandemia y que en verano multiplica su población.

Compartir el artículo

stats