Las cofradías de pescadores de la provincia de Alicante se oponen en bloque a la reciente orden ministerial que regula la pesca de arrastre en el Mediterráneo, que limitará de un 10% hasta un 40% las horas que podrán faenar los marineros de estas artes en el próximo lustro para asegurar la población de cinco especies como la cigala, el salmonete de fango o la gamba roja en el Mediterráneo. Las entidades pesqueras de la provincia y de toda la Comunitad están preparando un recurso contencioso administrativo contra la citada orden del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que entró en vigor el pasado 20 de mayo en pleno estado de alarma. La norma actualiza el plan de gestión que había para conservar los recursos pesqueros demersales en el mar Mediterráneo y establece una especie de calendario de trabajo de los marineros. Para cumplir este propósito parte de la flota tendría que amarrar ya y hasta 2025 irá mermándose la capacidad de pesca de estos buques hasta el punto que los marineros sólo trabajarían al final unos seis meses y medio al año, según los cálculos de algunas cofradías, «lo que desembocaría en una muerte anunciada del arrastre porque resultará inviable», indica Ángel Luchoro, Patrón Mayor de la Cofradía de Santa Pola, donde cuentan con 36 buques de este tipo, un tercio del total que hay en la provincia.
Con este plan plurianual hasta 2025 se pretende mantener los caladeros por encima de los niveles que puedan producir el rendimiento máximo sostenible, contribuir a eliminar los descartes, reducir las capturas no deseadas, y que se cumpla el desembarque. Desde las cofradías alegan que sus propuestas no se les han tenido en cuenta para diseñar esta orden ministerial, que salió, publicada en el BOE durante la crisis sanitaria, después de más de cuatro años presentando alegaciones a todos los proyectos nacionales que regulan la pesca y al borrador del Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo. Aseguran que no se han valorado alternativas como vedas espacio-temporales o el cómputo de horas reales que se realizan en el mar. Especifican, además, que se trabajan menos horas que en el resto de países europeos con los que comparten caladero en el Mediterráneo por lo que no entienden que se reduzcan las horas de trabajo para proteger cinco especies marinas porque aseguran que el arrastre es multiespecie y se pueden pescar otros ejemplares. Atajan, por tanto, que no hay consenso con el sector y critican que esta orden no valore que en los últimos años los buques ya redujeron el esfuerzo en el mar trabajando 12 horas al día, tres menos que en el resto de Europa.
En municipios costeros como Calp se ha reducido más de un 50% esta flota en los últimos años y en otros como Torrevieja sólo hay un barco de este tipo y en otras zonas costeras de la provincia no superan la veintena. Desde las entidades pesqueras indican que tampoco se acompaña de la orden el impacto socio económico que tendrá para el sector y para el entorno esta norma con rango de ley, lo que consideran un paso obligatorio para haber entrado en vigor ya que pronostican que podrían perderse miles de puestos de trabajo, teniendo en cuenta que sólo en este tipo de embarcaciones en la provincia trabajan cerca de 700 pesonas entre marineros, armadores o patrones, sin contar sectores indirectos que se verían afectados como las pescaderías y más empresas pesqueras. Por otro lado, y según detalla José Ignacio Llorca, presidente de la Federacion de cofradías de la provincia y Patrón Mayor de La Vila, «es bastante injusta esta orden. No han sabido defendernos y pensamos que nos han quitado más dias de los que nos toca porque la ley habla de un 10% del histórico de horas pero nos sale entre un 25-30% menos de horas, por lo que las cuentas no están claras».
Desde la Cofradía de Calp no entienden, tampoco, que se creen distinticiones porque a cada buque se les han asignado unas horas diferentes y en defiinitiva reprochan que parar tantos meses «va a acabar con nosotros porque tampoco se ha clarificado cómo nos piensan ayudar económicamente», explica Francisco Catalá, Patrón Mayor de Calp.
«En el mar no podemos funcionar con un calendario»
Los pescadores entienden que esta norma condena a un sector que ya lo tenía demasiado difícil
Marineros, armadores y patrones de embarcaciones de arrastre de fondo no ven nada viable esta nueva orden ministerial porque entienden que el sector no podrá afrontar las pérdidas que suponga un parón de casi medio año en 2025. Según Antonio López Vigo, patrón del barco «Manuel y Teresa», que se dedica a la captura de gamba roja, esta norma está mal planteada. « El tema es que te asignan las horas sobre un histórico que ha sido desde 2014 con unos dias de pesca en profundidad y en costera, lo plantean mal porque si por ejemplo voy a la zona de la gamba no por la gamba si no por la pescadilla, ahí tienes que planear un calendario que en el mar no puedes asumir porque esto no es una fábrica, tienes que salir todos los días. Este joven reprocha a la administración porque esta norma «nos condena y estamos ahogados». Indica, además, que sumado a estos días que tendrán asignados para pescar no se acumulen al año siguiente todos aquellos que pierdan por malos temporales «porque en el mar a veces entran mareas y el marisco desaparece, si no tengo días asignados de costera tendría que amarrar el barco». El problema se extiende aún más a aquellos pescadores que recientemente han hecho una inversión para remodelar su buque o incluso adquirir uno nuevo y ahora tienen la incertidumbre de cómo podrán pagarlo si en sólo unos años van a trabajar sólo medio año.
