La urbanización Pueblo Levantino de Santa Pola verá mejorado uno de sus accesos en los próximos meses para incentivar que los residentes entren a esta zona rural por el camino que hay junto a la CV-865 en lugar de acceder por la Nacional 332, una carretera que tiene una fuerte densidad de tráfico a lo largo del día. El Ayuntamiento, por tanto, piensa aumentar la seguridad en la vía pecuaria que se utiliza como uno de los accesos principales de los vecinos de esta urbanización y que está comunicada con la carretera autonómica 865 desde la rotonda dels Xiperets. El objetivo con esta inversión será, por un lado, ensanchar el firme de este camino que cruza un paraje natural así como incluir señales de limitación de la circulación a 30 kilómetros por hora, ya que nunca se ha regulado la velocidad en este vial.

Por otro lado, se pretende con esta actuación mejorar el estado del camino para que el mayor número de conductores posible lo utilicen en lugar de acceder por la Nacional 332, ya que a diario se corre el riesgo de accidente porque hay coches que invaden el carril contrario para entrar a este camino secundario, teniendo en cuenta que el movimiento está exclusivamente limitado a quienes van en sentido Alicante-Cartagena. Incluso el Ministerio de Fomento ha suprimido los giros a la izquierda debido a la peligrosidad del tramo.

Así las cosas, tanto los residentes de esta urbanización como la ciudadanía en general de Santa Pola reclaman que se mejore la seguridad vial desde la N-332, ya que también hay otros puntos conflictivos como el acceso al faro, donde los conductores que van en sentido a Santa Pola no pueden entrar y en muchas ocasiones hacen giros prohibidos atravesando la línea continua.

En cuanto a esta actuación, que repercutirá a los residentes de «Pueblo Levantino», el Ayuntamiento ha sacado a licitación en los últimos días las obras y hasta el 29 de enero las empresas podrán presentar la mejor oferta para hacerse con esta actuación, que costaría unos 56.000 euros.

Intervención

Según se desprende de la memoria técnica, el camino mide unos 500 metros pero tiene un ancho muy estricto que apenas supera los cuatro metros. El plan es ampliar cerca de un metro la capacidad del vial para solventar esta deficiencia que perjudica en la circulación, ya que los coches pasan casi rozando el borde de la calzada, que tiene desnivel con respecto al paraje que hay alrededor.

Las raíces de los pinos que hay próximos también han levantado parte del asfalto. Además, al no existir señalización, los conductores no aprecian cuál es el borde de la calzada, un problema que sobre todo se acentúa cuando cae la noche y no hay visibilidad. La seguridad se mejorará no sólo con señales que indiquen la máxima de 30 kilómetros por hora en la zona, si no incluyendo balizas y troncos de arbolado cerca de la calzada. En el entorno de «Pueblo Levantino» viven cerca de cincuenta personas y además de la mejora de los accesos, durante los últimos años también han reclamado un mayor control de la actividad cinegética cerca de las viviendas.