La Policía Local de Santa Pola ha desmantelado en la última semana un palomar clandestino en una finca rural de la villa marinera en la que habían 120 palomas, entre ellas algunas de competición, acobijadas entre bidones en una balsa deteriorada y medio tapiada.

Al parecer, el nutrido grupo de ejemplares comenzó a reproducirse en la finca y ha ido atrayendo a las especies de competición. Esta situación se detectó en los últimos meses, cuando los socios del club de colombicultura Virgen del Mar de Santa Pola se dieron cuenta de que les faltaban algunos ejemplares. Por ello, comenzaron a indagar y siguiendo la pista de los transmisores que llevan las palomas de competición alcanzaron la finca.

Los propietarios, en un principio, fueron reacios a atender a los socios del club, que finalmente acudieron a la Policía Local en busca de un permiso de las autoridades para registrar la vivienda, ubicada cerca de la carretera autonómica 865. Finalmente los agentes autorizaron a los miembros del club y de la Federación Valenciana de Colombicultura a recoger las especies. Cuando accedieron a la finca descubrieron que en el interior de la parcela había una balsa deteriorada de unos cinco metros, vacía, medio tapiada y repleta de bidones entre los que se guarecía el centenar de palomas.

El ambiente que se respiraba era insalubre y desagradable, ya que tal y como reseñan desde el club santapolero, algunas de las aves estaban muertas y otras estaban llenas de suciedad y parásitos, y tenían un aspecto deteriorado después de estar varios días sin alimento. Desde el club señalan que los residentes de la vivienda, de avanzada edad, declararon que las palomas no eran de ellos si no que se había aumentado la colonia de estas aves en los últimos tiempos tras haberse reproducido entre ellas. Entre las especies se encontraban tres ejemplares del Club santapolero y otra más del Club de Colombicultura de El Altet, que han podido ser recuperados.

El resto eran palomos laudinos, es decir, silvestres, que estaban desorientados. Como no tenían el suficiente alimento en esta finca acudían a las zonas de competición e interrumpían la suelta de ejemplares durante los eventos y algunos palomos deportivos se escapaban con estas especies silvestres hasta llegar a la citada finca.

Reubicación

Como solución, desde la Federación Valenciana de Colombicultura han recogido las especies y las han reubicado en palomares autorizados de barrera. Desde la Federación, además, descartan que este caso se trate de un secuestro de especies como sí ha ocurrido en otras ocasiones, en las que se ha llegado a pedir a los propietarios de las aves una recompensa muy elevada por el rescate de estos animales tan cotizados. El mismo club santapolero precisamente hace un año denunciaba el robo de 25 ejemplares de competición en sus propias instalaciones que estaban valorados en 15.000 euros.