Santa Pola tendrá antes del verano unas viviendas sociales en mejores condiciones, ya que está previsto que el Consell invierta algo más de 680.000 euros para arreglar los espacios públicos y mejorar la accesibilidad en las 117 viviendas de promoción pública del municipio, conocidas en Santa Pola como los pisos rojos y azules Pablo Iglesias I y II. Este es el anuncio que hacía ayer el conseller de Vivienda, Rubén Martínez Dalmau, tras una visita a la villa marinera en la que estuvo acompañado de la alcaldesa, Loreto Serrano, y el resto de la corporación municipal, así como del director general de la Entitat Valenciana d'Habitage i Sòl (EVha), Alberto Aznar. Esta fue una visita poco esperada para algunos concejales de varios grupos municipales, que aseguran a este diario que recibieron el aviso de esta recepción con pocas horas de antelación y que desconocían el motivo de la visita. Desde el gobierno autonómico se comprometieron ayer a ejecutar estas obras en 2020. Sin embargo, esta inversión lleva esperándose más de un año, ya que en 2018 salió a licitación la redacción del proyecto de este Plan de Intervención Integral Sostenible (PIINS) y la estimación que manejaba el Consell era la de ejecutar las obras a finales de ese mismo año.

Aún y así, el compromiso ha vuelto a ser latente, ya que estas actuaciones serían importantes para atajar los problemas que tiene este grupo de viviendas de la villa marinera, que desde su construcción en la década de los ochenta suma deficiencia. En el encuentro, ayer, se habló de la situación actual del citado plan de intervención y el conseller señaló que las obras están en fase de adjudicación y que por ello la previsión es iniciarlas en el primer semestre del año. Plantean que con la actuación se contribuirá a «dignificar los espacios comunes y mejorar la calidad de vida de la ciudadanía, actuando en el exterior de las viviendas y creando entornos más agradables y accesibles».

Plan

Las actuaciones previstas en Santa Pola se centran en la mejora de la accesibilidad a los edificios y zonas comunes, la reparación de desperfectos puntuales en elementos estructurales así como la impermeabilización en cubiertas o reparación en aquellas fachadas que lo necesiten, así como nuevas capas de pintura en las plantas bajas. Las obras también tratarán un problema significativo que sufre este grupo en cuanto a la sobrepresión en la red de abastecimientos de agua. Por otro lado, el acceso al forjado sanitario de varios bloques será otra de las actuaciones previstas, según Dalmau.

Por último, el plan integral incluye una intervención en todos los zaguanes de los edificios, reparando aquellos elementos que se encuentren en mal estado y se mejorarán las zonas verdes comunes. La mayoría de residentes vive en estos pisos desde 1984, pero hay viviendas que tienen poco uso o han quedado deshabitadas y, a través de denuncias vecinales, se ha averiguado su desuso.