El Grupo Popular aseguraba ayer que «hemos querido dar voz a los muchos vecinos que han manifestado su desilusión con la primera Cabalgata del Tripartito, debido a la baja participación de la sociedad de Crevillent, criticando la contratación de espectáculos más propios de un boato de Moros y Cristianos que de un evento infantil navideño». Según los populares, «es público, y así se puede comprobar en redes sociales, que esta Cabalgata ha sido un enorme suspenso para la Concejalía de Fiestas, que por dar prioridad a otros actos, ha abandonado el evento más esperado por los niños». Además, «según han manifestado muchos vecinos, el reparto de dulces se hizo de manera antihigiénica, abriendo las bolsas de chucherías y entregándolas con la mano sin envoltorio a los niños».

Según el concejal Pedro García Magro, «igual que estamos de acuerdo en eventos como los del Globo, que por cierto no es una novedad en Crevillent al contratarse hace años para un evento juvenil, desde el Grupo Popular rechazamos que se abandone el acto principal».

Para revitalizar el evento «proponemos que se vuelva a contar con las Parroquias de Crevillent para que puedan animar a los jóvenes de Catequesis a participar y que los espectáculos sean enfocados a los niños, fomentando nuevamente su participación y que no se contraten actuaciones que los más pequeños no son capaces de comprender».

Respuesta

El gobierno municipal respondía ayer calificando al PP como «el partido de las golosinas caducadas» y asegurando que «no está en condiciones de dar lecciones a nadie. Se ha demostrado que desde esta concejalía se siguen cosechando éxitos con actos con una gran participación y repercusión como la idea de la recepción de los reyes en globo. Seguiremos creando estos momentos de magia, ya que nuestra concejalía se va a seguir trabajando por la felicidad de nuestros pequeños».

Las críticas del PP a la Cabalgata son «un episodio más en los que demuestran no haber superado su mal hacer en años anteriores. El principal crítico con el concejal de Fiestas es el mismo concejal de Fiestas, pues la autoexigencia que se ha instalado en esta concejalía nos hace estar para el siguiente año trabajando ya en mejorar aquellos aspectos que hemos podido detectar en este. El cambio político consiste en que ahora se reconoce que hay cosas a mejorar ya que nos ponemos el listón muy alto como en las últimas fiestas».