Aunque hasta el momento ha sido un gran desconocido en el municipio, a partir de ahora la figura del investigador Daniel Jiménez de Cisneros dejará de serlo. Este reconocido paleontólogo, que desarrolló su labor en las primeras décadas del pasado siglo, puso a Crevillent en el mapa científico internacional con excelentes investigaciones sobre la Sierra. Y hoy, Crevillent le devuelve el gesto con una exposición de primer nivel inaugurada el lunes gracias al intenso trabajo de dos crevillentinos -la directora de la Casa de Cultura, Ana Satorre, y el arqueólogo Daniel Belmonte-, y al apoyo de la familia Jiménez de Cisneros y del Ayuntamiento de Crevillent, que ha ofrecido desde el inicio un gran espaldarazo al proyecto.

La sala de exposiciones de la Casa Municipal de Cultura se quedó pequeña en el acto de apertura de una exposición que cuenta cómo era hace un siglo el estudio geológico y paleontológico en torno a la Sierra de Crevillente a través de la figura de Jiménez de Cisneros. El concejal Jesús Ruiz daba la bienvenida a la muestra destacando «el valor de nuestra sierra para la investigación científica», un enclave «que no deja de darnos sorpresas y sobre el que seguiremos investigando».

Reacciones

La comisaria de la exposición Ana Satorre resaltó la «entrega de un naturalista que puso el nombre de Crevillent en un lugar preeminente en la arqueología y geología española». Satorre leyó un breve discurso de la nieta de Cisneros, Consuelo, quien apuntó que esta sierra «era uno de los lugares favoritos de mi abuelo» y agradeció a Crevillent «el trabajo para realzar su figura».

El arqueólogo Daniel Belmonte, comisario también de la muestra, dedicó el acto a la propia Consuelo y a Miguel Jiménez de Cisneros, hijo del investigador, «que supo custodiar el valioso trabajo de su padre hasta su muerte. Gracias a él hoy podemos disponer de esta fantástica muestra que, deseo, pueda ser el germen de algo muy bueno para Crevillent que pueda estar por venir». En concreto, señaló que «en la provincia no hay un municipio como Crevillent para custodiar este legado. Cualquier palabra de gratitud hacia la familia Jiménez de Cisneros sería sin duda escasa».

El también nieto del estudioso, Miguel, expuso su «enorme alegría» por el tratamiento que se la ha dado en la exposición al trabajo de su abuelo y a la custodia «con devoción filial, que nuestro padre hizo del material», que la familia conserva como «verdaderas joyas científicas que muestran el día a día de los trabajos de nuestro abuelo, jornadas muy duras que comenzaban de noche, andando por el monte con un candil, jornadas de dormir al raso o en albergues de piedra. Como él mismo decía, sufrió verdaderas penurias, sudores y escaseces dedicado a su pasión». El último en hablar fue el alcalde, José Manuel Penalva. Se mostró muy satisfecho por la acogida del público hacia la muestra. Desgranó las distintas estancias de la exposición, destacando la recreación del gabinete de trabajo del investigador, el espacio con las primeras fotos de la sierra crevillentina y los itinerarios que realiza Cisneros. Nombró también los paneles biográficos y las ilustraciones y muestras de materiales hallados en la villa del Triásico, el Jurásico y el Mioceno, algunas de estas piezas cedidas por el Museo de la Universidad de Valencia de Historia Natural. Penalva dijo que «la labor de Jiménez de Cisneros ha sido y es muy importante para Crevillent» y agradeció a la familia su apoyo, así como resaltó la labor de los comisarios y de las entidades colaboradoras, entre ellas también el centro educativo Los Molinos y el MUPE de Elche, que ha cedido un panel que recrea cómo era Crevillent en el Mioceno Superior, hace ocho millones de años.

Una calle para el geólogo

La exposición, que será visitada por escolares del municipio, hace un repaso por el trabajo del que fue uno de los más destacados paleontólogos del primer tercio del siglo XX por su labor en el sudeste de la provincia. Era catedrático de Historia Natural en el IES Jorge Juan de Alicante, entidad que también ha colaborado en la muestra.

Jiménez de Cisneros registró fósiles en Crevillent hasta la época desconocidos por la ciencia. Realizó una labor pionera y la llevó hasta la revista Ibérica en 1919, poniendo a la localidad en el mapa científico internacional. Por ello, más de 100 investigadores de primera línea han respaldado la propuesta para que el geólogo dé nombre a una calle en Crevillent.