La segunda fase del boulevard de la Avenida de Salamanca de Santa Pola podrá ejecutarse en el 2020 para dejar de ser un descampado y convertirse en un espacio de recreo con bancos e iluminación después de que el proyecto lleve un buen tiempo en el cajón. Un año y medio después de que el Ayuntamiento, en aquel entonces gobernado por el cuatripartito, remitiese la petición de ayudas a la Diputación dentro del Plan de Obras, finalmente el órgano provincial ha resuelto favorablemente y destinará 302.000 euros para apoyar estas obras que deberá realizar el Consistorio a lo largo del próximo año, ya que la convocatoria comprende al 2019 y 2020, según se indica en un edicto del Boletín Oficial de la Provincia publicado ayer. Santa Pola deberá hacer frente al resto, que supone unos 247.000 euros, algo menos de la mitad del total.

Desde el ejecutivo local mostraban ayer sorpresa a esta resolución, que no se esperaban, y aseguran que se incluirá esta partida en los próximos presupuestos, aunque todavía siguen preparando el borrador de las cuentas. Ahora deben estudiar si la administración local puede asumir la parte que le toca con fondos propios o deberán solicitar un préstamo a una entidad financiera, teniendo en cuenta que el presupuesto está condicionado por el plan de ajuste que realizaron para estabilizar las cuentas después de sobrepasarse el techo de gasto.

La zona beneficiada es un tramo de 300 metros entre la calle Monóvar y la avenida Obispo Bascuñana donde se plantea seguir la línea estética de la primera fase.

El proyecto está redactado al igual que el pliego técnico, y solo quedaría perfilar el documento administrativo para sacar a licitación las obras, ya que deben certificarse antes de acabar el 2020 para no perder las ayudas. Desde el gobierno del PP apuntan que realizarán modificaciones técnicas «menores» al proyecto para tener en cuenta algunas demandas vecinales durante los últimos tiempos, por ejemplo para mejorar la accesibilidad al boulevard con otro tipo de bordillos, aunque aún tienen que estudiarlo. Aún y así, se trabajaría sobre el último proyecto que previamente dejaron redactado los populares hace dos mandatos.

Más aparcamiento

La avenida ganaría espacio con este bulevar para ubicar unas 90 plazas de aparcamiento en batería y en sentido oblicuo a ambos lados. En el último proyecto se limitaban el número de bancos de madera y elementos de mobiliario urbano, de la misma forma que se optimizarían las farolas por metro cuadrado en este tramo, manteniendo el mismo diseño de la primera fase que se culminó en 2017. Se mantendrá igual el suelo combinando adoquinado rojo con baldosa de terrazo, mientras que se intensificará la parte central del bulevar, poblada con plantas trepadoras, ficus por todo el paseo y alcorques con bordillo jardinera.

Las reivindicaciones de los vecinos de Playa Lisa y Gran Playa que transitan a diario por la zona siguen siendo las mismas, ya que entienden que este desarrollo del área de expansión favorecerá a la relación vecinal, ya que tendrán más posibilidades para reunirse y salir a pasear con cierta seguridad, además de incrementarse el estacionamiento en la zona. También se dejará atrás un solar en el que durante estos años se ha degradado con maleza e incluso excrementos de perro. Aún y así, debido a que esta zona se estaba utilizando como zona de esparcimiento para animales por la carencia que tiene el municipio para este fin, los vecinos temen se masifiquen los pocos parques que hay alrededor.